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No son números. Son vidas.

De cuando en cuando asoman por los periódicos estadísticas sobre las cifras de abortos provocados (y reconocidos) en España. Ya hace un par de años que hemos superado los 100.000 anuales y no pasarán muchos antes de que lleguemos a los 150.000.

Todavía recuerdo en la primera mitad de la década de los 80, cuando se debatía sobre la despenalización del aborto cómo los que nos vendían las bondades de esa medida nos contaban siempre la misma historia. Esto era un mal necesario porque, claro, teníamos que pensar en las niñas de 10 años, en las mujeres violadas que durante toda su vida verían al criminal en el rostro de un hijo no deseado… Los argumentos de siempre, con los que los defensores del exterminio de niños no nacidos pretendían aparecer como defensores de las mujeres que pasaban por situaciones absolutamente límites.

Nos lo vendían, en definitiva, como algo totalmente puntual, incluso como un mal necesario que salvaría a los niños de una infancia difícil porque, en su condición de hijos no deseados, podrían sufrir situaciones desagradables. En fin, lo de siempre: Pobre niño, mátalo para que no sufra.

En el desglose que encuentro de las cifras de aborto del año 2006 (son cifras oficiales del Ministerio de ¿Sanidad? del Gobierno de España), de las 101.592 mujeres que se sometieron a un aborto (es decir, de los CIENTO UN MIL QUINIENTOS NOVENTA Y DOS NIÑOS QUE SE MATARON LEGALMENTE), ¿saben cuantas de ellas lo hicieron por declarar que el embarazo era fruto de una violación? Pues a ese motivo fundamental para despenalizar (insisto en el término despenalizar porque es el correcto, no es ningún derecho, es un delito sin pena) el aborto, se acojieron… ¡13! casos. Es decir, el 0,01% de los casos. Ya vemos qué peso tenía aquel argumento.

Estos son los datos que el Ministerio ofrece. Lo que pasa es que sabemos de sobra que ahí habría que añadir decenas de miles de abortos que no han tenido control alguno y que se producen a diario en clínicas privadas como la del Doctor Morín, ese héroe salvador que los progres proabortistas nos ponen como ejemplo y que tenía una fortuna amasada a golpe de rompecoco, trituradora y desagüe. La solución que proponen los de siempre es que, como el pobre Morín está siendo acosado por incumplir la ley, pues habrá que quitar los límites de la ley que Morín se salta y que todo lo que él hace sea legal.

Asqueroso. Todo es asqueroso.

Luego estaban los argumentos «científicos», los que decían que no, que aquello no era un ser humano porque biológicamente éste no se formaba hasta tal o cual estado del desarrollo embrionario. Plazo tras plazo se les ha ido pasando por la cara la inconsistencia de sus excusas, sobre todo con la pregunta clave: Vale, biológicamente no es un ser humano, un homo sapiens sapiens… entonces… ¿qué especie animal o vegetal es? ¿Una chufa?. Ante la imposibilidad de contestar a cosa tan evidente, el último argumento que leí a un imbécil (con una página entera a su disposición en ese papelucho infecto llamado «Público») es que ser humano no se era hasta que se recibían unos principios… ¡culturales!

Más asqueroso.

Pero ¿saben una cosa? Hay algo que me remueve las tripas mucho más que estos defensores del exterminio. Mucho más que estas cifras. Mucho más que todos estos carniceros que soban sus billetes ganados matando niños. Mucho más que estas imbécilas (por usar sus mismas reglas gramaticales) que se quedaron en el nosotras parimos, nosotras decidimos y las greñas de los años 70 y que ahora nos dicen a los demás hasta cómo debemos hablar de las croquetas de nuestros cónyuges y lo modennnnno y progresista que es matar a nuestros propios hijos.

Sí, algo me desconsuela mucho más que todo eso. Y ¿saben lo que es? Que a nadie le importa un carajo. Total… un milloncete largo de niños exterminados desde la entrada en vigor de aquella ley en 1985… ¡Si yo tengo una tele de plasma y me voy de puente! Estos provida, qué coñazo que son…

Yo sólo soy un pobre tocateclas. Así que para despedirme por ahora pondré aquí las palabras de alguien que lo expresó mucho mejor:

«Lo más grave que ha sucedido en el siglo XX es
la aceptación social del aborto provocado.»
Julián Marías.

8 Comments

  1. Pitufa wrote:

    Ya que la cosa está así y de momento seguira así, miremos el «lado bueno». Los asesinos seguirán matando a esos hijos, por lo tanto no se reproducirán, por lo tanto se extinguirán.
    Tampoco vivirán mucho porque cuando tengan una enfermedad se acogerán a una «muerte digna».
    Los que creemos en la familia seguiremos reproduciéndonos, por lo tanto esa «semilla» que vamos dejando en nuestros hijos dará fruto en un futuro y ellos serán el futuro de la sociedad.
    Al menos tengo esa esperanza.

    domingo, octubre 5, 2008 at 18:15 | Permalink
  2. Gonzalo wrote:

    Lo siento, Pitu, pero tengo que discrepar de lo que dices.

    Por varios motivos. Primero, porque aunque fuera tan simple de que los que abortan son de una estirpe de asesinos que seguirá con sus hijos, éstos son inocentes y tienen todo el derecho a la vida, aunque tuviéramos toda la seguridad de que acabarán siendo unos genocidas.

    Por otra parte, además no tenemos esa seguridad porque no es tan simple el que si tu padre es así, tú lo seas también.

    Y para terminar, un porcentaje altísimo de las mujeres que abortan no son las malas ni las culpables. En muchísimos casos se trata de mujeres desesperadas que se ven forzadas a una «solución» porque no sólo nadie les ayuda, sino que quien debería ayudarle (su familia, el padre de la criatura, los centros estatales, que pagamos tú y yo, de asistencia social o «médica») directamente le dice que lo que tiene que hacer es abortar, y hoy mejor que mañana. En esas situaciones, decenas de miles de ellas acaban sufriendo en carne propia una salvajada que realmente ni querían ni sabían a ciencia cierta de qué se trataba.

    En ese sentido, recomiendo a todos la visita a la web de la Asociación de Víctimas del Aborto, dónde muchas mujeres que se han visto forzadas a dar ese maldito paso cuentan la verdad y el horror de su experiencia.

    http://www.vozvictimas.org

    domingo, octubre 5, 2008 at 23:55 | Permalink
  3. Sergio wrote:

    Bueno, no puedo escribir mucho porque estoy en el curro (en el mismo curro que el tuyo) pero ese 0,01% de abortos son los que yo entiendo como tolerables. Del resto opino lo mismo que tú. ¿Soy un imbecil? Lo seré.

    miércoles, octubre 8, 2008 at 7:59 | Permalink
  4. Gonzalo wrote:

    Sergio, podríamos hablar también de ese 0,01% cuantos niños son realmente concebidos en una violación. Te recuerdo que ese es el argumento. Así que todavía hay que restar más.

    Pero de lo que se trata, colega, es de qué es lo que eliminamos en ese 0,01% de abortos. Porque si son seres humanos inocentes, que lo son, es inadmisible que les exterminemos por el delito de otra persona, sea su padre o no. Pero es que si ese 0,01% admitimos que no es un ser humano y por lo tanto puede ser exterminado, tendremos que admitir el 99,99% restante.

    Buscad al violador y colgadle de sus partes durante años. Pero el niño no es culpable. Y si su madre va a ser incapaz de criarle, o sencillamente no quiere ni verlo, hay miles de familias deseando acogerlo y darle una vida que se merece exactamente igual que tus hijos o los míos.

    miércoles, octubre 8, 2008 at 10:16 | Permalink
  5. Sergio wrote:

    Entiendo lo que dices y enfocado así no se puede poner ni una coma. Lo cierto es una cosa, un punto de inflexión en mi manera de pensar lo tuve en el momento de que mi mujer, con solo dos semanas de gestación, en la primera eco que se hizo, pudimos escuchar perfectamente el sonido del corazoncito de mi peque, cuando lo que se veia en pantalla era una manchita sin forma con un tamaño de 7 milimetros. Se me pusieron los pelitos de las orejas de punta, jajaja, y me hizo pensar en muchas cosas, entre ellas, el tema que estamos debatiendo. Lo dejo que me van a cortar las pel…

    miércoles, octubre 8, 2008 at 12:43 | Permalink
  6. Sergio wrote:

    Donde pongo dos semanas queria decir siete. Sorry.

    miércoles, octubre 8, 2008 at 12:44 | Permalink
  7. Gonzalo wrote:

    Ese es otro problema… que la gente no ve la realidad hasta que le toca. No hace falta tener niños para ver qué son. Yo pienso lo mismo al respecto que antes de tener a mis hijas.

    miércoles, octubre 8, 2008 at 13:25 | Permalink
  8. Pitufa wrote:

    Es que a veces me sale la vena bruta y ….

    martes, octubre 14, 2008 at 23:32 | Permalink

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