La culpa la tiene Bush. Claro. No faltaba más. Es el responsable. Bush ha sido el que ha obligado a miles de españolitos –o francesitos, o italianitos, o japonesitos- medios a meter sus ahorros en papelitos.
Bush es el culpable, claro. De que cuando alguien por aquí ha tenido dinero, en lugar de invertirlo en algo productivo, lo haya hecho en acciones de empresas que no sabe ni qué producen ni un carajo que le importe, porque su asesor personal, de camisa a rayas anchas con los cuellos blancos, le ha asegurado un rendimiento mínimo del 9%.
La culpa la tiene la reserva federal. Claro. De que aquí llevemos 30 años con la cultura de que lo importante es sacar tajada rápida y grande sin importar de dónde viene. El país dónde más rápidamente puede uno hacerse rico ¿recuerdan?
La culpa la tienen los marines, seguro. De que aquí hayamos vendido que los tipos de interés bajos favorecen el poder comprar una casa y que hay que hacerlo ya, sin explicarle al mileurista que lo hacía que una subida de unas décimas, multiplicada por sus 30 años de hipoteca, lo iban a dejar con el culo al aire.
La culpa la tiene Bush, que sí, que lo ha dicho Pepiño. Y unas 500 veces, además. Así que no hay más que hablar. Bush tiene la culpa de que aquí la gente se entrampe por tener 5 teles de plasma en su piso de 60 metros y pase 350 días pagando los otros 15 de vacaciones en el caribe mientras el presidente (y no Bush) nos insiste “¡VENGA, VENGA! ¡A CONSUMIR!”.
Y ahora vayan ustedes a comerse las teles de plasma y las fotos con las mulatas. Que la culpa es de Jorge Arbusto. Ustedes son inocentes. Pobrecitos. Ustedes no querían. Él les obligó.
Ya.
2 Comments
¡¡juas juas juas!!
¡¡Muy bueno!!
🙂
Post a Comment