En la nación hermana de Uruguay, un presidente de izquierdas, perteneciente a un partido encuadrado en la internacional socialista, ha venido a demostrar que hay cuestiones y situaciones que están muy por encima de posiciones políticas.
El Presidente Tabaré Vázquez, de acuerdo con sus atribuciones legales, ha vetado la legalización del aborto en el país. En un discurso a la Asamblea General el pasado 14 de noviembre exponía las razones de ese veto. De su magnífico discurso quisiera extraer un pequeño párrafo:
«El verdadero grado de civilización de una nación se mide por cómo se protege a los más necesitados. Por eso se debe proteger más a los más débiles. Porque el criterio no es ya el valor del sujeto en función de los afectos que suscita en los demás, o de la utilidad que presta, sino el valor que resulta de su mera existencia.»
En tan pocas palabras, el presidente Vázquez deja claro que él sí entiende de defender a los débiles y de ofrecer valor y esperanza, al contrario de otras supuestas izquierdas entregadas a discursos casposos, sectarios y demagogos que señalan a la rendición y la muerte como únicas salidas a situaciones incómodas.
Gracias, presidente Vázquez, por defender la vida humana y a los más débiles.
(nota: Pueden enviar su mensaje de apoyo al presidente Vázquez picando aquí)
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