Escribía ayer sobre la verdadera cara de UNICEF y el sangriento y criminal destino de las aportaciones que tanta gente bienintencionada deja en sus manos al comprar tarjetas de Navidad. Pero al menos reconozcámosle algo bueno a su anuncio (posiblemente por puro interés): UNICEF habla de felicitar «esta Navidad».
Porque… ¿qué nos felicita tanta gente con sus «felices fiestas»? El año pasado un retrasado mental que ocupa el sillón de teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sevilla hablaba de la celebración del «Solsticio de Invierno». ¿Saben? A mí me parece perfecto que haya paganos que crean en la divinidad del sol y celebren sus ritos en la noche que para nosotros es Nochebuena. Me parece que si es eso en lo que creen, hacen bien en celebrarlo. Me parece mucho peor imbéciles como el que ponía de ejemplo que son capaces de hablar del Solsticio de Invierno o de lo que haga falta con tal de no pronunciar la palabra Navidad o de no reconocer qué es lo que nuestra cultura, nuestra base cultural, esa de la que ellos reniegan, celebra a finales de diciembre.
Felices fiestas… las fechas de la familia… estos días en que los protagonistas son los niños… las vacaciones de invierno… No, hombre, no. El 25 de diciembre se celebra en todos los países de raíces cristianas (¿recuerdan? esas que no podían estar reconocidas en la pseudoconstitución europeda) el Nacimiento de Cristo. La Navidad. Nada más. Y nada menos. Y las vacaciones duran hasta el 6 no porque haya personajes de Disney en carrozas por la calle… sino porque ese día celebramos la Epifanía del Señor, es decir, el que Cristo se presente a los gentiles y a los paganos. La universalización de Cristo. Personificada en los Reyes Magos, sí. Pero sigue siendo una fiesta cristiana. Sin Cristo no hay Reyes Magos.
A lo que iba: Me parece perfecto que los cristianos celebremos la Navidad. No faltaba más. Me parece perfecto que los musulmanes celebren su Ramadán. Me parece perfecto que los judíos celebren la fiesta que sea… pero me parecería que yo sería un imbécil si me pusiera a celebrar el Ramadán… casi, casi, casi tanto como tanto ateo o agnóstico celebrando la Navidad, o poniéndola de excusa para arrasar el Corte Inglés.
Se acerca la Navidad. El nacimiento de Cristo. Preparémosle la fiesta que Él merece. Él. El verdadero protagonista.
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