Una incidencia con mi proveedor me ha dejado sin internet desde el miércoles y por tanto me ha impedido poder publicar lo que quería el día el día 6 de diciembre para recordar los 30 años de la Constitución. Pensaba dejarlo correr pero mi hija mayor me ha hecho reconsiderarlo.
Me cuenta lo que el día anterior, 5 de diciembre, le estuvieron contando en el cole, hablándole, en forma de cuento, de una niña llamada constitución que vino a traer a España poco menos que el cielo en la tierra.
Para terminar, me saca una hoja con el membrete del cole en la que, me dice, tiene que escribir o dibujar algo sobre la Constitución del 78. Mientras tanto, la pequeña me enseña «lo que hemos hecho en el cole por la constitución», que consiste en colorear un dibujo en que unos niños sujetan una bandera nacional en la que se lee «6 de diciembre, día de la Constitución».
Mi primer impulso es felicitarle por lo bien coloreado que está, claro, ella es la ilusión que tiene, y a la mayor decirle que haga un dibujo de un libro. Qué culpa tienen las niñas, pienso. Pero no. No me quedo callado. Les pregunto un poco a ver de qué han hablado, y me confirman que les han contado, como decía, que todo lo bueno del mundo está en la Constitución, que todo es perfecto gracias a ella, que sin ella todo era malo… Y entonces me digo «¿tengo que callarme yo mientras ellos les cuentan estas cosas?»
«Mirad, hijas» -les digo- «Lo que os han contado es muy bonito, pero no es del todo así. Mira, ese dibujo es muy bonito, y esa bandera también. Pero la bandera es de España, y España es mucho más grande e importante que la constitución que tenga. Y a ti tengo que decirte que esta constitución dice cosas buenas, claro que sí. Dice que todos los españoles tenemos derecho a la vida, que todos los niños tienen derecho a una educación de calidad, que todos tenemos derecho a asistencia médica… Sí, eso es muy bueno. O lo sería, si se cumpliese. Porque esas cosas no se cumplen. Pero además de no cumplirse lo que dice, la Constitución trae otras cosas. Trae un nefasto sistema de autonomías que multiplica por 17 la corrupción y tiende a separar a españoles por tener unos más que otros. Trae un sistema electoral injusto incrustado en ella. Trae muchas cosas indeseables. Así que no seré yo quien te diga cosas bonitas de ella.»
Ahí anda la mayor, a ver qué dibujo hace. Le diré que si a la seño no le gusta, me eche a mí las culpas. Total, a estas alturas…
Puestos a tocar narices políticamente correctas: en el encabezado tienen el original de la Constitución del 78. Dedicado con cariño a los ignorantes que hablan de «escudo constitucional». Que de eso también hablaron en el cole.
Feliz día de la Inmaculada, verdadera festividad de este puente.
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