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Torre Cajasol. Modernidad, Patrimonio, Caos.

En el debate que se mantiene en torno a la construcción en Sevilla de la Torre Cajasol tenemos a los defensores de la misma que consideran que la modernidad de una ciudad pasa por el levantamiento de moles de hormigón, acero y cristal y a los detractores que en su mayoría están basando su postura en el daño que tal mole haría al patrimonio histórico de la ciudad y la ruptura de su paisaje.

Esas críticas son perfectamente razonables, pero entiendo que el principal argumento para posicionarse a favor o en contra de un proyecto de esta magnitud debe ser, sobre todo, el efecto práctico en los ciudadanos muy por delante del paisaje. Y esos efectos parecen ser considerados como menores puesto que es poco lo que se habla de ellos.

A día de hoy, es un hecho fácilmente constatable el que toda la parte al sur del solar de la Torre, entre los puentes del Patrocinio y del Cristo de la Expiración, se encuentra materialmente colapsada durante horas todos los días laborables de septiembre a junio. La caótica organización del tráfico proveniente de La Vega, del Aljarafe, de Extremadura, de Huelva y de Portugal hace que miles de coches tengan que atravesar ese embudo en desesperantes colas que tardan horas en recorrer unos pocos kilómetros. Además, no existen bolsas de aparcamiento disponible en la zona y sus comunicaciones por transporte público son, al igual que las de tantas otras zonas de Sevilla, pésimas.

Ahí, en el corazón de ese problema, se pretende meter un edificio en torno al que se muevan diariamente -dicen- del orden de 20.000 personas. Independientemente de lo moderno o antiguo que sea, de lo bonito o lo feo, de lo acorde o desacorde con el paisaje y de lo conveniente o inconveniente para el Patrimonio Histórico, las condiciones existentes en la zona hacen absoluta y materialmente inviable que pueda funcionar correctamente y por tanto lo hacen un proyecto absolutamente insensato.

Esta debería ser la primera premisa a tener en cuenta al decidir sobre el proyecto. Pero claro, los coches oficiales con escolta no aguardan atascos ni buscan aparcamiento, así que qué sabran ellos.

One Comment

  1. Pitufa wrote:

    Eres el primero que dice públicamente la realidad del problema de la torre. Como bien dices, públicamente sólo se refieren a posiciones estéticas: a favor,tenemos que ser modernos y que se vea el rascacielos desde todas partes. En contra, se ningunea a la Giralda y queda feo el paisaje.

    domingo, julio 12, 2009 at 19:30 | Permalink

2 Trackbacks/Pingbacks

  1. Bitacoras.com on domingo, julio 12, 2009 at 19:05

    Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: En el debate que se mantiene en torno a la construcción en Sevilla de la Torre Cajasol tenemos a los defensores de la misma que consideran que la modernidad de una ciudad pasa por el levantamiento de moles de hormigón, acero …

  2. […] la practicidad de la torre y lo equivocado del debate en torno a ella me he manifestado desde el principio en el mismo sentido, y he seguido denunciando el absoluto error que supondría la culminación de la torre en su […]

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