Vamos tirando

Llevo unos días intranquilo. Igual no pasa nada, pero… Buf. En estos días nunca se sabe.

Repaso una y otra vez las noticias en todos los medios disponibles, pero no veo nada. Desde el día en que salió aquello, nada. Yo al principio me harté de reír, con la ridiculez del acto y sobre todo por la rimbombante explicación de la tontería por parte de la madre y del celebrante. Luego me quedó un sentimiento de culpa por reírme de esa pobre gente y de su estupidez. Y finalmente me empezó a entrar una creciente intranquilidad.

Así que en esas ando. Acongojadito… Porque en nuestra cabezonería oscurantista y retrógrada no se nos ha ocurrido otra que bautizar al niño el sábado.

Pero bautizarlo con toda desfachatez en una iglesia, con agua bendita para incorporarle a la Iglesia Católica y hacerle partícipe de su misión, con unos padres y padrinos asumiendo conscientemente el serio compromiso que esto implica y sin ir ni al ayuntamiento ni avisando al Zerolo de turno para hacer al niño partícipe de la sociedad democrática, abierta y progresista de que disfrutamos ni darle bienvenidas laicas a ningún sitio.

Y claro… acongojadito estoy… a ver si no nos mandan a la policía para evitar tal osadía y no me veo yo procesado por atentar contra el «estado laico». Y contra sus gilipollescos súbditos.