Vamos tirando

No, aquí no viene. Ese señor de rojo no viene. Y allá cada cual, no me voy a meter en casa de nadie pero… No, aquí no viene ni puede venir.

¿Que por qué no puede? Pues porqué va a ser… porque estamos muy ocupados. Esta noche es Nochebuena. Tenemos que celebrar el nacimiento del Niño Jesús, del Mesías Salvador del mundo, de nuestro Redentor.

Así que disculpe usted, señor de la tele, pero no, no voy a poner ningún calcetín en ningún lado, ni por aquí vienen trineos voladores, que además con el viento que hay estas noches sería un peligro.

¿Comilonas y lujos? No, descuide. Cenaremos bien, seguro. Y en familia. Pero la celebración no será para darnos unos regalos, ni para decirnos a nosotros mismos lo buenos que somos. Será para celebrar que hace más de dos mil años, un crío vino al mundo a dormir en un establo y a calentarse con el aliento de unas bestias. Así que discúlpeme usted, que tengo que buscar la pandereta, y la zambomba, para que los niños canten de alegría junto al nacimiento. Y que encienda ya mi vela y la deje toda la noche prendida. Así, si el niño no encuentra posada, podrá ver que aquí una luz le aguarda para darle cobijo y sitio para nacer. Feliz Nochebuena. Feliz Navidad. Feliz celebración del nacimiento de Cristo, Hijo de Dios. Y si no es así… ¿Qué narices está usted celebrando?

Que Dios les bendiga.