Durante el fin de semana, en los informativos de Antena 3, se produjo una mención a una encuesta de consumo televisivo. Y por lo visto, consultando a niños de 8 (sí, sí: OCHO, retengan el dato) a 16 años, encontramos que entre sus series favoritas están «Los Simpsons» y «Física o Química». La encantadora joven terminaba de leer el titular y cuando yo esperaba que diera paso al defensor del menor, al del espectador, o a algún psicólogo, abre mucho más la sonrisa y muestra la satisfacción de la cadena por ser la preferida de tan importante sector de la audiencia.
Lo primero que pienso es «encima se relame, la tía». Luego entro en razón. A ver, qué va a decir la moza. Supongo que definir con justicia a tantos padres en directo podría poner en peligro su puesto de trabajo. Yo hubiera hecho lo mismo. En mi situación no tengo ese riesgo, y por tanto sí puedo llamar imbéciles, insensatos y gilipollas a los padres de ese ganado. Y quedarme así de a gusto.
10 Comments
Corona sapientium divitiae eorum fatuitas stultorum inprudentia (Pro 14:24)
¿Y eso de Física o Química que es?. ¿Un programa de «dibulgación»?
Bienvenido al Show Business, Gonzalo.
Uno que ha trabajado entre el petardeo más de 15 años podría contarte muchas cosas, pero ya te las sabes.
Tuve la suerte, y sé de lo que hablo, de trabajar en el Primer y el Segundo Gran Hermano en España como responsable de su implantación, por parte de la empresa de Ingenieria que se lo montó a Zeppelin. Como Ingeniero fue una experiencia inolvidable. A los que os dirijais a mí con el cuchillo en la boca os puedo contestar que es como si criticamos a Internet porque hay pornografía.
Efectivamente, la degeneración del formato nada tiene que ver con la complejidad técnica de crear un plató de TV en una casa. Realmente estoy muy satisfecho de aquel trabajo. Durante la primera edición había unas reglas de emisión muy estrictas que se cumplieron. (Recuerdo el primer día que a un figura se le ocurrió pinchar un momento a la rubia aquella sevillana en la ducha y la que se montó fue gorda) No lo necesitaban. Tenían toda la audiencia posible sin tener que recurrir a eso. Sin embargo, el negosi es el negosi, y estos elementos, sin hijos casi ninguno, es gente cuyo único escrúpulo es el dinero (El poco dinero)
Y creedme, la tendencia apunta hacia producciones más barataas con más morbo. La tarta publicitaria no aguanta películas de estreno en horario de máxima audiencia sino bazofia barata que genere muchas llamadas a nº 906…
En fin, que lo siento por los hijos de más de un padre despreocupado, y de todos los demás, porque esa masa será la que lleve la voz cantante en 15 años, y el problema es que un voto es un voto (Lo mismo el de la Pajín que el de Mariano Barbacid, con perdón para Don Mariano por la comparación)
Nada Gonzalo, que me metes los dedos en la boca y no sé parar….
Fuego, te dejo un extracto de las tramas de la serie en sus inicios…
Pincha
Y lo «mejor» es que es así, mi hija mayor (10 años) me cuenta que sus compañeros lo ven. Como cosa tan normal.
¡Y pensar que la serie «Dallas» tenía dos rombos!
Yo creo que estamos perdiendo el norte. El mes pasado leí en una revista de orientación para padres el siguiente comentario: «El otro día sorprendí a mi hija de doce años en sujetador delante de su web cam. ¿Que debo hacer? ¿Le prohibo usarla?
¿Y tú que harías, Gonzalo?
La pregunta será retórica… ¿no?
Yo usaría la web cam, o mejor una Betacam profesional, con la cabeza del padre en cuestión…
Veo los temas y el lenguaje de «Física o Química» y observo una diferencia importante con lo que yo veía con diez años y con más. Estaba yo en el instituto cuando el PSOE (sí el PSOE, no Franco, que ya se había muerto) suspendió el programa «Caja de ritmos» que se emitía los sábados por la mañana porque a Carlos Tena se le ocurrió programar la canción «Me gusta ser una zorra» de Las Vulpes. El follón que se formó fue tan grande que el Fiscal General del Estado, Luis Burón, a la sazón uno de los fundadores de «Justicia Democrática» y por lo tanto poco sospechoso de reaccionario, presentó una querella criminal por «escándalo público» porque, obviamente, no era de recibo escuchar esos textos en horario infantil.
Es que en 1982 hasta los del PSOE eran unos fachas, nada que ver con la libertad que respiramos ahora.
Interesante esperiencia. Kikas.
Creo que no te falta razón. ¿Qué decir, por ejemplo, de un informático que trabaje para (pongamos por caso) el Ministerio de Igual-dá?.
Pues yo bajaria la calefacción
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Información Bitacoras.com…
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