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El pastor hereje y sus fogatas

Hace apenas un par de horas que he oído que el pastor protestante que se ha hecho famoso anunciando una quema de coranes ha anunciado que suspende su espectáculo.

Lo que más me interesa del asunto es todo lo que rodea a la noticia. Periodistas criticando durante días al pastor en cuestión por haber liado tanto follón cuando a sus sermones no iban ni 50 personas. Cachondos, que sois unos cachondos… si sois vosotros, servidores de la información, los que le subís a un pedestal mediático y le dais esa relevancia.

Cientos de organizaciones en todo el mundo denunciando al tipo en cuestión. ¿Por qué? Por las posibles respuestas violentas que esa quema podría «generar» en todo el mundo. En ese mismo mundo que día tras día ve insultada y ridiculizada a la Iglesia Católica sin que ni uno sólo de los soplagaitas que estos días claman contra el hereje pidan que se eviten esos insultos. ¿Por qué? Porque saben de sobra que no se «generarán» reacciones violentas. Entonces sí hay que defender la libertad de expresión.

Oigo que el propio Secretario de Defensa había llamado al pastor informándole de las consecuencias que para los soldados gringos que por el mundo van repartiendo magdalenas y democracia pudiera tener esa quema.

Así, entre soplagaitas y jefes de las tropas de ocupación dibujan el retrato exacto del nuevo Occidente y su Nuevo Orden, que sólo actúan en función del interés y de la consecuencia, no de lo justo o injusto de la acción.

Las aficiones igni-literarias del pastor en cuestión me importan un bledo. Sus creencias heréticas me causan la misma tristeza que las de los musulmanes. Uno y otros lo que necesitan en el plano religioso es un catequista. En lo civil, el pastor necesita unas clases de urbanidad que le enseñen que gritar por la tele que piensa quemar un libro amparado en su cómodo refugio de Florida no es apostolado sino fanfarronada y desprecio por las creencias -falsas, es cierto- de la gente. Y cuando alguien cree en algo falso hay que evangelizarle, no insultarle. Y el musulmán que pueda responder violentamente porque se queme un Corán, deberá ser detenido y puesto a disposición judicial. Sin atenuantes ni palmaditas en la espalda.

Todo lo demás es superficialidad, incongruencia, injusticia y cobardía. Es decir, eso que nos venden como democracia liberal occidental en estado puro.

3 Comments

  1. dayer wrote:

    ¡Bien dicho!

    viernes, septiembre 10, 2010 at 1:51 | Permalink
  2. Kikas wrote:

    El Sistema de Gobierno que los que mandan dicen que nos hemos dado (No sé si ellos o todos) se basa en la aquiescencia del «cuarto poder». A los realmente antisistema se los fumigan o no les dan bola.
    Hasta ahí de acuerdo.
    Con respecto a herejías, fes, y conductas heréticas, la verdad, no creo que tú y yo podamos encontrarnos en algún momento (Ni siquiera despues de nuestro paso por aquí) y que uno le diga al otro con puebas en la mano «¿Ves? Tenía yo razón»

    viernes, septiembre 10, 2010 at 10:48 | Permalink
  3. Gonzalo wrote:

    Gracias Dayer.

    Kikás, ten paciencia. Nos encontraremos, pero no tenemos ninguna prisa.

    viernes, septiembre 10, 2010 at 16:10 | Permalink

One Trackback/Pingback

  1. Bitacoras.com on viernes, septiembre 10, 2010 at 1:04

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