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De las vacaciones (III): Político de guardia

Haciendo la compra en un supermercado de la Costa del Sol. Acabamos de llegar y por delante dos semanas. El carro me empieza a dar miedo y busco huecos disponibles dónde acomodar provisiones para cinco. En esto, mientras hablo con mi mujer para pedirle detalles sobre algún elemento desconocido que figura en la lista, me cruzo con otro comprador.

De inmediato reconozco sus rizos y su mirada. Es Rafael Velasco, vicesecretario general de PSOE de Andalucía. Paso por su lado y dejo transcurrir unos segundos para darme la vuelta y confirmar que es él, además de marujearle el contenido de su cesta de la compra. Mientras, le voy informando a la jefa del encuentro. Al volverme, él se ha girado y lleva mi misma dirección, apenas a 2 ó 3 metros de mi espalda. Me cruzo con él la mirada –ya no hay duda de que es él- e instintivamente comento por el móvil “leñe, que viene p’acá” en tono perfectamente audible a esa distancia.

Durante un instante elucubro sobre qué hace aquí, en qué hotel estará, ¿estará en el centro residencial dependiente de la Junta que hay al otro lado de la carretera obteniendo plaza con enchufe?, ¿estará preparando algún pelotazo?, ¿se irá a reunir con la mafia de la zona…? Todo esto lo voy pensando en voz alta al micrófono del móvil… hasta que ante mis ojos Don Rafael Velasco se manifiesta en toda su grandeza, lo que me hace contarle a mi santa que no, que está ahí pero ejerciendo de político, no de parranda ni de vacaciones, y que está ensimismadamente metido en su papel habitual y en el mandato ciudadano que tiene encomendado. Un político de raza, de casta, auténtico, entregado, firme en sus propósitos y demostrando al mundo entero que él, hasta en el Mercadona, atiende a su trabajo de padre de la patria.

Mi santa me pregunta, extrañada, que porqué digo eso, a lo que le contesto –y ustedes perdonen la expresión, pero era tal cual- describiendo la escena que se produce ante mis ojos: “Porque ahora mismo se ha parado, ha separado un poco las piernas, y se está tocando los huevos con un empeño…”

7 Comments

  1. Seneka wrote:

    Espectáculo traumatizante entre cuantos se puedan imaginar …

    … si no fuera porque ya nos acostumbran a ello el resto del año.

    lunes, septiembre 13, 2010 at 11:02 | Permalink
  2. Bailador nocturno wrote:

    Me permito comentar en su blog las ganas tremendas que me han entrado de arrascarme concienzudamente desde que he leído los hechos acaecidos allende Murcia, espero tener la concentración suficiente para no caer en la tentación o en su defecto, realizarlo con todas las concecuencias.

    lunes, septiembre 13, 2010 at 12:05 | Permalink
  3. Gonzalo wrote:

    Allende Murcia… depende desde dónde mires… ¿no?

    lunes, septiembre 13, 2010 at 12:08 | Permalink
  4. Bailador nocturno wrote:

    Exacto, mi mente se encuentra aún en Benidorm, rodeado de bellas bailarinas…

    lunes, septiembre 13, 2010 at 12:36 | Permalink
  5. Gonzalo wrote:

    Con Belén Esteban estabas tú bailando. Un nivel.

    😛

    lunes, septiembre 13, 2010 at 13:56 | Permalink
  6. LFU wrote:

    ¡Si non e vero, e ben trovato!

    Muy bueno

    Abrazos

    lunes, septiembre 13, 2010 at 17:07 | Permalink
  7. Juanubis wrote:

    Lo malo del tema no es que se los toque ahora, es que se los va a seguir tocando hasta que se muera.
    Mientras que nosotros, los mortales, tenemos que trabajar hasta los 65 (por ahora), esta casta privilegiada del Olimpo sólo trabajan 7 años y ya tienen sueldo de por vida.

    martes, septiembre 14, 2010 at 9:44 | Permalink

2 Trackbacks/Pingbacks

  1. Bitacoras.com on lunes, septiembre 13, 2010 at 10:09

    Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: Haciendo la compra en un supermercado de la Costa del Sol. Acabamos de llegar y por delante dos semanas. El carro me empieza a dar miedo y busco huecos disponibles dónde acomodar provisiones para cinco. En esto, mientras habl….

  2. Vamos tirando › Pagando a escote on miércoles, septiembre 22, 2010 at 13:00

    […] pollo en cuestión, que por cierto hoy ya me entero de que se trataba de Rafael Velasco (ya saben, el tocahuevos), y que no son 1.300 por cabeza sino 1.384, que puede parecer poca diferencia pero multiplicando […]

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