La mediana tiene mañana examen de música. Me pide que atienda mientras toca una canción con la flauta. Termina y, sonriendo, me pregunta qué me parece. Salgo del paso con un «bueno, pero tienes que mejorar un poco» mientras recuerdo el chiste, tan al caso:
Un padre, empeñado en la grandeza artística de su hija, no para de darle la brasa a un productor para que le conceda una audición. Harto, el productor accede y la niña asesina la lírica sobre un escenario. Termina y su padre aplaude extasiado mientras le pregunta al directivo: «¿Qué le parece la ejecución?» A lo que este contesta: «Hombre, para ejecución no, pero una buena paliza sí que merece».
Después me toca tomarle la lección. Dice el libro que la flauta dulce o de pico se llama así por la dulzura de sus sonidos. El que lo escribió no tiene hijos estudiando flauta en el cole, pienso yo.
10 Comments
¿Y tú no te acuerdas cuando el merecedor de ejecución sumarísima eras tu?
No, Kikas, porque por alguna razón yo nunca tuve flauta en el cole.
De ahí me debe venir la frustración de no saber tocar ningún instrumento musical y a la vez supongo que retardó las canas de mis padres hasta mi adolescencia.
Jejej, o sea, que lo de tu visión objetora de la vida a lo mejor es heredada
¿Sabes si tus padres estaban en contra de la flauta en 4º de básica?
Ja ja ja, pues igual algo de eso hay, no me lo había planteado.
La verdad es que no lo sé. Yo recuerdo en casa la flauta de mis hermanas, o al menos de una de ellas. Pero yo no la tuve y estuvimos en los mismos colegios. Supongo que tendría que ver con el cambio. Yo cambié de cole al pasar de 6º a 7º de EGB, así que supongo que en el antiguo se daba después de 6º y en el nuevo antes de 7º.
O eso o, como apuntas, una maniobra maestra de mis padres que no había descubierto hasta ahora.
Lo bueno de ayudar a los hijos con las tareas y tomarles las lecciones es que, después de repasar por cuarta vez todo el temario de la escuela primaria y secundaria, en mi caso con los planes de estudios de varios países en sus respectivos idiomas, eres el tipo con el nivel de conocimientos más actualizado que se pueda imaginar.
Además, no sé por qué, yo acostumbro a saberme la lección de memoria mucho antes de conseguir que se la aprendan ellos, y meses después del exámen correspondiente, ellos no se acuerdan de casi nada y yo la recito de corrido.
Así que no tengo precio jugando al Trivial o similar.
Mis hija quiere aprender a tocar la guitarra, lo que ya de por sí es preocupante, pero lo peor es que quiere que le enseñe yo.
Así que aquí estoy, afinando la guitarra con el piano.
Tengo que decir que nos va bien y ella disfruta mucho de mi atención y de mis aplausos.
Pero de aprender a tocar la guitarra,…nada de nada.
Joder…llama al Innombrable para que le enseñe
Hay muy buenos cursos a distancia
Mira que me muerdo la lengua
Gonzalo, perdona…es que me provoca
Mis hermanas se pelearon con la flauta, yo me pelee con la flauta y con la guitarra. Finalmente, ninguno sabemos tocar ningún instrumento, y no tenemos mal oído, sino lo siguiente. Si escuchas una canciópn cantada por cualquiera de los hermanos, salvo que reconozcas la letra, no tendrás ni la más remota idea de qué canción se trata. Con el SingStar de la play no tenemos precio.
Ten paciencia con la niña que todo pasa.
Espero que esta entrada no lea tu hija… Y no será, digo yo, que tú tienes una oreja de madera en lugar de oído?
Paciencia Gonzalo. Un abrazo
Si yo paciencia tengo, Interruptor… y paracetamol… 🙂
Javier, depende para qué cosas podría ser eso de la oreja… pero una cosa es que distinga o cambie una canción… y otra que eso pueda llamarse canción… 😛
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