Hay que salvar al Euro, dice Guindos… Y es lógico. Al fin y al cabo, los servicios que la estafa del euro ha prestado al régimen son enormes.
Con él nos han expoliado y estafado mientras ellos apuntalaban su poder. Con él han mantenido al rebaño contento, creyendo que mejoraba, mientras se le empobrecía y robaba su futuro. Con él hemos pasado a ser lo que los tiranos del régimen querían, una reserva de camareros.
Salvemos al euro, dicen. ¿No será «a los euros»? A los suyos, sobre todo.
Pues ¿saben qué? Que en el fondo es lo que nos merecemos. Que salven el euro. Y a nosotros que nos vayan dando.
Porque, no lo pierdan de vista, de eso se trata: De escoger uno u otro. Se puede salvar al euro, o a la gente. ¿Lo dudaban?
No oigo ahora las europedas celebraciones que hace diez años lanzaban los repugnantes borregos.
3 Comments
Repugnante borrego…
Sabes que yo tambien te quiero…
😉
Ji, ji, ji.
¿Tú aplaudías y te creías las milongas que contaban mis primos, aquella familia García que decía que con el euro nos iba hasta a crecer el pelo y desaparecer la barriga?
La cuestión es que no se va a salvar nada, ni nadie.
Bueno, menos los de siempre, que para los de primera clase siempre habrá botes salvavidas en el Titanic.
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