Habló Europa, y dijo: «Elimínese la industria productiva de España», y los traidores que en los sucesivos gobiernos (con 3, con 4 y con 2 letras en sus siglas) han sido corrieron a desmantelarla.
Habló la Comunidad Económica Europea y dijo «Que la agricultura productiva española sea arrasada», y los gobernantes cipayos corrieron a echar sal en nuestros campos de cultivo.
Habló la Unión Europea y dijo «Acábese la potencia de la flota pesquera española». Y sus sicarios de Moncloa rasgaron las redes y abrieron vías de agua en cada barco.
Habló Mastrique y ordenó «termínese con cualquier actividad realmente productiva en el sur e instálese allí nuestro recreo». Y los ladrones corrieron a convencernos de lo bueno que era convertirnos en una economía de servicios, o más exactamente en una provincia de putas y camareros.
Dictó Estrasburgo sus disposiciones sobre la política penitenciaria española (chapucera, sí, pero española) y salieron asesinos y violadores a la calle mientras las plañideras simulaban no poder hacer otra cosa que llorar.
Ha hablado Bruselas y ha apuntado a, entre otros, Real Madrid CF y FC Barcelona. Y ahí anda el gobierno, haciendo patria y dispuesto a defender su honra, y con el pueblo angustiado pidiendo al soso solemne que les defienda en este trance.
Porque hay cosas que no se puede consentir que vengan de fuera a tocarnos.
¡Vamos, hombre! ¡Hasta ahí podíamos llegar!
8 Comments
panis et circus, Gonzalo. ¿De qué te extrañas?
No, si yo extrañarme… de nada.
La culpa a quien la tiene, Gonzalo. Estrasburgo pinta menos en la excarcelación de etarras que un perro en Misa. Rendición de Zp ante ETA, confirmada por Mariano y ejecutada por juez sociata en Estrasburgo. La Justicia, su poder y su permanente vinculación política. Y ahora Lesmes, el chaval de Gallardón, échate a temblar. Los mismos perros son los de la gaviota que los de la rosa.
En eso y en todo, Gonzalo, la culpa la tienen siempre los mismos. En la Parot, en la industria, en el campo…
A mí me puede decir Europa que me corte un hue… un dedo las veces que quiera. Si me lo corto será culpa mía. Eso sí, si yo fuera político expañol diría «es que me han obligado, y es por nuestro bien».
Ahora que lo pienso, si fuera político expañol no me cortaría el hue… el dedo. Os lo cortaría a vosotros. Por vuestro bien, insisto. Y porque Uropa me obliga.
Como dice LFU, pan y circo… Puede faltar hasta el pan, pero el circo (aunque sea con hambre) que no nos lo toquen….
Un muy buen amigo me decía hace tiempo que yo era el bos clamantis in deserto, y que los avisadores solemos tener los días contados, dada nuestra fea costumbre de agriar la dolce vita al personal. Está claro que transitas los mismos senderos.
Pero ya sabes, Jaime, que el oprobioso dictador embaucaba al pueblo con el fútbol, y a su desaparición todo sería cultura y erudición.
Conrad, les pondremos difícil dejar contados los días, hombro con hombro en la misma trinchera.
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