Vamos tirando

Tengo la absurda pretensión de que alguien lea esto y lo entienda. Después de los comentarios recibidos por lo escrito por mí sobre las obras en Triana tanto en esta bitácora, como en comentarios al pie de noticias sobre este tema en la edición informática de periódicos sevillanos, como en una carta mía aparecida en papel en los mismos, me explico un poco mejor:

NO, NO ESTOY EN CONTRA DE QUE SE HAGAN CARRILES BICI. TAMPOCO ME PARECE MAL QUE SE PEATONALICEN CALLES. INCLUSO SOY FAVORABLE A QUE SE CORTE AL TRÁFICO RODADO TODO EL CENTRO DE ALGUNAS CIUDADES.

Sigo: No me parece lo más cómodo el ir en coche a todos lados. De hecho odio ir en coche por Sevilla y su área metropolitana. Me parece un coñazo esquivar a caraduras que dejan el coche en medio de cualquier sitio porque ellos lo valen, tanto como sufrir a inútiles que conducen coches grandes y caros para los que evidentemente no están capacitados.

También me tocan las narices aquellos que no han sido capaces de sacarse un carné de conducir pero pueden ponerse delante de mí a 40 km/h por carretera con su tartana para indocumentados (sí, para indocumentados, que no tienen el documento que permite conducir vehículos a motor «de verdad»).

Además, siempre me ha parecido asqueroso el ambiente contaminado de las zonas con mucho tráfico, y ahora que todo el mundo se ha empeñado en tener apestosos coches diésel, más todavía.

Dicho lo cual, reitero una y mil veces que las obras del carril bici y la impuesta peatonalización parcial de San Jacinto, así como todos los desmanes similares habidos y proyectados en Sevilla son una chapuza impresentable fruto de una partida de inútiles que son incapaces de hacer las cosas por orden. Orden. Lo diré otra vez: Orden. El problema, mi queja sobre este asunto es sencillamente porque las cosas para hacerlas bien hay que hacerlas por orden. Y en ese orden lógico de las cosas, lo que se está haciendo, si se hiciera bien, sería el último paso a acometer. ¿Qué pasa? Que los primeros pasos de ese orden son caros y lentos.

Y hay que poner a funcionar una red de metro (para una línea incompleta han tardado 40 años, así que échenle…), hay que hacer pasos sobre (o bajo) el río, que es dónde se producen los tapones en el tráfico de Sevilla, hay que hacer una entrada en condiciones para el tráfico proveniente de el Aljarafe, Huelva y Portugal y no la vergüenza actualmente existente que pudo haberse mejorado pero el terreno disponible se dedicó a zonas comerciales para que los infames responsables de la cosa pública pudieran trincar, como trincan siempre, hay que hacer unas rondas de circunvalación que sean completas y eficaces, y no la mierda que hay ahora que ya era incompleta y defectuosa cuando se hizo para el 92… Hay que poner una red de trenes de cercanías que llegue también a dónde viven 300.000 habitantes del área metropolitana que no saben lo que es eso, aunque las vías estén y algunas de las estaciones también, de cuando funcionaba la línea férrea con Huelva… Hay que poner unos autobuses bien conectados formando una red que cubra toda la ciudad y su área metropolitana… Hay que poner carriles bici por sitios por los que quepan, y no por la puerta de los colegios o compartiendo espacio con la acera sin dejar sitio al peatón…

En fin, que hay que hacer muchas cosas, como decía muy caras y como decía en las que se tarda mucho tiempo. Y el problema no es ya el tiempo… el problema es que antes de cumplir ese tiempo hay elecciones. Y claro, dirán los gobernantes y políticos que cómo vamos a meternos en una obra de verdad, útil y necesaria, en la que tardemos más de 4 años… ¿No ves que así nos pilla la campaña con todo patas arriba y perdemos? Y si perdemos… ¿qué me importan a mí los sevillanos y sus problemas si yo me quedo sin mi sillón, sin mi chófer, sin mi televisión personal y sin mis dietas y gastos de representación?

Pues de eso es de lo que yo me quejo. De que no es ya empezar la casa por el tejado. Es comprar nada más que las tejas, desparramarlas por la parcela y encima decir que qué precioso palacio hemos construido. Y encima, muchos están encantados de que les tomen el pelo. Pero ese es el nivel que hay, a estas alturas no vamos a esperar otra cosa…