¿Han pedido perdón?
No.
¿Se han entregado TODOS los que están buscados por la justicia?
No.
¿Han confesado lo que tenían pendiente los que sí están detenidos o presos?
No.
¿Han entregado las armas?
No.
¿Han anunciado su rendición incondicional poniéndose a disposición de su enemigo (que no es la democracia, ni el estado de derecho, ni los partidos, sino España y todos los españoles) suplicando clemencia en la condena?
No.
En tal caso, y hasta que se cumplan por lo menos todas las condiciones que he citado a vuelapluma, para mí sólo ha cambiado una cosa significativa: Ahora hay más borregos celebrando que los asesinos ponen sus condiciones. En la tele, en la radio, en internet…
Mi más sincero desprecio para todos ellos.
10 Comments
No te acostumbres, pero estoy ligeramente de acuerdo contigo.
Comparto que, entre otras, deberían cumplir esas premisas, pero entre que no las cumplan y sigan matando, y que no las cumplan y dejen de matar, me quedo con la segunda. De todas formas no me incluyo en la «piara» a la que haces alusión.
Supongo que ese desprecio puedes mostrarlo porque nunca has vivido en un entorno de alguien amenazado. (Otra cosa es que te hayas cruzado con el terror por pasear por el lugar equivocado en el momento menos oportuno)
Yo sí, y hoy lo que siento es alivio…y sensación de vacío
Imaginad que vivís en un barrio en el que hay una persona, o una pandilla, chunga. Que roba y mata durante años, chuleándose además de sus «hazañas» y acojonando al personal
Con el tiempo empieza a costarle más trabajo mantener su negocio, a los niños ya no les mola ser de la banda y el malote chulón que se lo come todo… y entre la policía y los vecinos del barrio los tienen localizados, aislados y a punto de acabar con sus fechorías.
Entonces salen los cabecillas y dicen «mirad, hemos decidido que ya no os vamos a apalear, ni a pinchar con una navaja en el cajero, ni a violar a vuestras niñas en el portal… así que id mirando qué tenéis para que podamos subsistir sin todo eso».
Sí, en el barrio se estará más tranquilo. Pero de ahí a celebrarlo y pedir que les nombremos vecinos del año…
El que agradece ruidosamente al matón del cole que hoy no le quite la merienda y sólo le baje los pantalones en público puede tener mil excusas. Pero ninguna hará que su gesto sea digno ni valiente.
Y sobre el entorno… hombre, mi primo mayor le explicaba con mucha gracia a su hijo que «el amigo de papá que viene conmigo a todos lados tiene pistola, pero es de los buenos». Y mi cuñado tuvo que explicarles a sus sobrinos de entre 4 y 9 años que sus padres ya no volverían porque el chulo del barrio quiere poner condiciones…
¿Alivio? Cuando se cumplan todas las condiciones expuestas.
Alivio se supone que sentimos en el 98 cuando dijeron que su generación no volvería a las armas. No era alivio lo que tenía un amigo mío, hermano del Teniente Coronel Blanco, con el que decidieron «cesar» el alivio.
Yo vivía en ese barrio…no me tienes que explicar nada. Alguien bastante más cercano que los ejemplos que citas no se fue de ese barrio, tampoco aceptó pagar por limpiar «sus culpas». Eso sí, vivió con miedo, y con él, todos los que le rodeaban, durante demasiados años.
De ahí a que necesite ningún aval tuyo para poder sentirme aliviado o mejor que ayer, tampoco.
Efectivamente, la sensación de vacio es por algo. Porque no nos han ahorrado años de sufrimiento para conseguir lo mismo que ya tenían en el 79, o sea, nada. Yo no he celebrado ninguna condición, que ellos saben que no existe. Otra cosa es que ahora intenten sacar lo que puedan, y está en el resto darles algo…o nada.
No he oido dar las gracias a nadie de los de este lado, pero supongo que es mi tradicional subjetividad que no me permite ver lo evidente.
Pues por eso mismo de que «vivió con miedo demasiados años» no podemos celebrar como una victoria ni admirar el noble gesto del que dice psé… pues mira, ahora no te voy a matar, mira qué majo soy.
Es que eso es lo que se está haciendo, eso es lo que me avergüenza y me provoca desprecio, el «qué bien, qué gran triunfo, nos perdonan la vida… de momento».
¿Dar las gracias? Si los políticos empezaran por pedir perdón a aquellos a los que más agradecidos tenían que estar y a los que había que sacar a escondidas de las iglesias y enterrarlos cuando nadie mirara…
Jamás olvidaré a Nicolás Redondo Urbieta, tan respetado él ahora, cuando bramaba contra ETA porque ahora «han matado a uno de los nuestros», mientras calló como puta, como todos los que ahora me quieren obligar a alegrarme, mientras los que caían «no eran de los suyos» y prohibían homenajes y recuerdos.
Los mismos que ahora se ponen galones son los que nos gritaban «vosotros fascistas sois los terroristas» cuando nos concentrábamos, siete u ocho, a pedir justicia.
Yo sí que no necesito aval de la chusma política. Es más, si a alguno se le ocurre dármelo, que se cubra.
No me gusta hablar del tema por la parte personal, pero sí os diré que he asistido a bastantes funerales de camaradas y algunos amigos, asesinados por ETA.
La mayoría en la época en que los periódicos, si moría alguien que no fuese militar, guardia civil o policía, hablaban de víctimas inocentes, los muy hijoputas.
Y también viví como cambiaba la actitud oficial cuando empezaron a caer algunos políticos. Cuando los pactos vergonzosos de los contubernios antipatrióticos dejaron de ser respetados.
Varias veces me han estallado bombas etarras muy cerca, y lo que es peor, muy cerca de mi familia. Y cuando digo muy cerca, hablo de cristales rotos, tirarse al suelo, meterse debajo de la mesa… Por no hablar de lo de mirar los bajos del coche cada mañana, escolta armada y lo demás. A todo se acostumbra uno, pero olvidar no se olvida.
¿Conflicto armado? ¿fin de la violencia? Y una mierda.
Aqui el único conflicto que ha habido y hay es una banda de asesinos, jaleados por un partido totalitario criminal, el PNV, y muchos intereses inconfesables en los sitios más insospechados.
Y el único fin viable de esta pesadilla sangrienta es la derrota total, incondicional y sin paliativos del enemigo.
Bienvenido sea un lugar sin muerte… pero que nadie se engañe, ETA no sólo son los que matan (los otros no han abandonado nada y las reivindicaciones son las mismas).
Gonzalo, aquí nadie de los de a pie, los que no salen en las teles, está dando gracias por nada, ni admirando ningún noble gesto, ni celebrando ninguna victoria. A los que no nos tocó, pero nos pudo tocar porque éramos del barrio pero no de la panda, es lógico que sintamos alivio. Y tambien esa sensación de vacio que decía ayer. De pensar ¿Ya pasó? ¿Por qué ahora? ¿Por qué no antes? (Sabiendo el por qué de todas las respuestas)
Hoy el común de los mortales (Y nunca mejor dicho lo de mortales) piensa en que, a lo mejor, con todas las reservas, llega un momento en que no tenga que mirar los bajos del coche, y sé que es injusto, pero esto es como los secuestros, una especie de síndrome de Estocolmo (Sin agradecer nada…una especie). Un momento de pasar de victorias ni de derrotas, y quedarte pensando en soledad ¿Tanto sufrimiento, para qué?
Si te pareció fuera de tono mi respuesta, por favor, atribúyelo a mi natural mala educación…sabes que no hay nada personal (Aunque podría haberlo)
😉
Tranquilo Kikas que no es eso.
Es que a mí sí me parece que los de a pie, por miles y miles, sí están dando gracias, admirando y celebrando.
Hasta haciendo coros a los llorones.
Y por momentos cada vez más, creo que no sólo por el lado de los llorones.
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