Vamos tirando

Otra vez este hombre. Me empieza a preocupar. Después de leer la columna de hoy de Juan Luis Pavón en Diario de Sevilla, he enviado esta carta tanto al periódico como al propio Pavón:

Soy suscriptor del Diario de Sevilla y no es la primera vez que escribo comentando o criticando algún artículo del Señor Pavón, D. Juan Luis, columnista y subdirector de ese medio. La verdad es que además de no coincidir habitualmente con él, siempre me ha parecido que la mayoría de sus columnas dejaban entrever un desconocimiento absoluto de muchos de los asuntos de los que escribe, aunque para disimilar, lo haga aderezándolo siempre con un buen puñado de tópicos de corrección política. Pero bueno, cada uno tiene el talento que tiene y le debe sacar el partido que pueda y allá dónde encuentre trabajo, mejor para él.

Sin embargo, leo hoy su columna «Belenes de amor o de odio» y ya paso del pensar que este muchacho es poco espabilado o que no sabe de qué habla a preocuparme por su salud mental. Porque alguien que aliña un texto sobre las matanzas cometidas en los últimos días por las tropas israelís en Palestina con comentarios despectivos sobre el Cardenal Rouco y la eucaristía del día de la familia, dejando caer unas cosas en medio de otras, como diciendo que lo mismo es bombardear civiles que decir que en toda la historia de la humanidad los núcleos familiares han estado formados por hombres y mujeres con sus hijos -algo impepinable, si me permiten la expresión- pues ya, como decía, no indica que el muchacho sea poco lúcido, que también. Indica que sufre algún tipo de trastorno que sería conveniente que se hiciera mirar.

Habla de odio el Sr. Pavón. Desde luego, debería curarse del mucho que él siente de manera absurda e injustificada y que pretende transmitir a los demás. Espero que si no recuperarse, al menos se mejore.

Atentamente,