Vamos tirando

Anda la clase política revuelta, como siempre. Ahora es a cuenta del personal pepero al que se está investigando por el paradero de fondos públicos dilapidados en la construcción de un velódromo, el Palma Arena.

Sinceramente, me parece una buena noticia: El hecho de que se mire con lupa el gasto de una obra faraónica que disparó su presupuesto y sus plazos debe ser siempre bienvenido. Sin embargo, en cuanto pongamos la radio o abramos el periódico, viene la cruda realidad. Para el PSOE, esto demuestra que el PP es la corrupción hecha carne. Para el PP, encarna la utilización de la justicia por parte del Gobierno para perseguirles. Y pasa lo que pasa siempre en la política española: Que cualquier asunto queda enmerdado por los hooligans de uno u otro partido. Aquí no se razona y analiza: Aquí se mira quien da la noticia y quien es el acusado. Y dependiendo de si son «los nuestros» o «los otros», sin más, se toma partido de manera radical. Y así nos va.

Yo no sé si en la construcción de éste velódromo ha habido desvío de fondos, tráfico de influencias, o mala elección del color de las cortinas. Lo que leo es que se presupuestó por un importe y finalmente costó muchos millones de euros más. Y que debía estar todo terminado en tal fecha y que sigue teniendo sus buenos puñados de jaramagos. Anda… pues como cada una de las obras medianamente grandes que se hacen en España.

El problema es que en «Estepaís» la obra pública, como tantas cosas, es un cachondeo. Y aquí se presupuestan 10 millones y luego se cobran 50, y no pasa nada. Que aquí se dice que el junio de 2006 tenemos un metro que se inició en los 70 y llegamos a abril de 2009 para abrir una línea incompleta y hasta lo celebramos. Y no pasa nada. De nada, de nada, de nada. Y así con todo, en cualquier obra que dependa del Estado, de la Autonomía o del Ayuntamiento de turno. Por tanto, bienvenida sea esta investigación si se trata de ver qué hay detrás de ésta obra pública y de ahí se tira y se investigan una por una todas las que apestan, se pide un mínimo de seriedad en los procesos públicos y se exige cumplimiento de plazos y presupuestos salvo casos muy concretos y por causas perfectamente documentadas y justificadas. Si en lugar de eso, ésta investigación es sólo la excusa de turno de los chorizos sociatas para acosar a los chorizos peperos; si no hay investigación sino batalla política entre PSOE y PP, sólo nos queda esperar y confiar en una cosa: Que en esta sucia batalla no haya supervivientes.