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¡Es el consenso, estúpido!

Mariano Rajoy se ha soltado la melena lanzando una propuesta para un gran pacto de estado por la educación. Hay que reconocerle que la propuesta no se limita a cuatro frases hechas soltadas en un acto de partido, sino que se reflejan en un documento puesto a disposición de quien quiera leerlo.

En él dice cosas bastante interesantes y coherentes, mezcladas con vaguedades de difícil cumplimiento. Por ejemplo, habla de declarar un tronco común para la educación en todas las comunidades autónomas pero no se atreve a decir lo que es evidente: Que para conseguir una educación común en toda España hay que recortar transferencias a las CC.AA. Y tampoco pone ejemplos claros en los que podamos ver que las CC.AA. gobernadas por el PP hayan elaborado un currículo escolar común para todas ellas, lo que hace difícilmente creíble que la intención sea real. Pero hay otras cosas que sí son interesantes. O lo serían si resultaran creíbles: Recuerden que el propio Mariano ha sido ya Ministro de Educación, y por tanto corresponsable -en menor medida que algunos, es cierto, pero corresponsable- de la infame situación de la Educación en España.

Ahora bien, voy a detenerme ahora en un sólo aspecto de los que se tocan en el documento, que me parece revelador. Dice el pepé en relación con la asignatura Educación para la Ciudadanía que pretende mantenerla, cambiándole algunas cosas. Copio textualmente del documento pepero:

• Establecer en la etapa de Educación Primaria una formación cívica de carácter transversal, cuyas orientaciones se inspirarán exclusivamente en los valores y principios de la Constitución.

• Elaboración de unos nuevos contenidos de la asignatura existente en la educación secundaria, que deben ser acordados íntegramente y que han de proporcionar a los alumnos el conocimiento de la Constitución como norma suprema que rige nuestra convivencia, la comprensión de sus valores, de las reglas de juego y de sus instituciones, mediante los cuales se conforma una sociedad democrática y pluralista.

• Restablecimiento de la asignatura Filosofía, cursada en el Bachillerato, a su configuración clásica, por su alto nivel formativo, despojándola del empobrecedor planteamiento que la concibe bajo el hilo conductor de la educación para la ciudadanía.

Empezaré por el final: Estoy totalmente de acuerdo con el tercer punto. Me parece fundamental la recuperación de esa asignatura.

Con respecto al segundo punto, empezamos a desbarrar. Cada vez que un político pone frases rimbombantes como eso de «conforma una sociedad democrática y pluralista», ya sabemos que está diciendo una gilipollez. Vamos a ver, cuando yo estudiaba tercero de BUP (antié por la tarde) teníamos media hora semanal de «Constitución», enmarcada dentro de la asignatura de Historia. En ese tiempo repasábamos el texto de la Constitución Española de 1978 y con ello el marco legal de la Nación. Ahí podemos encajar esas «reglas de juego» e «instituciones», pero… ¿valores?

Entonces estudiábamos -mejor dicho, el profesor soltaba el rollo acerca de- que se reconocían el derecho al trabajo (juas juas), a la vivienda digna (jaaaaajajajajaja) y a la VIDA (esto no tiene gracia pero es más mentira todavía que lo anterior) o que tenemos un estado de derecho (aaaaah me despelooootoooo) y representativo (ay, ay, ay, me ahogo). También nos contaban que había unas nacionalidades que tenían derecho a organizarse de tal o cual manera, y otras muchas cosas que, o en la práctica son mentira, o son disposiciones legales harto discutibles. Por lo tanto, en ese segundo punto ponga usted que se obligará a conocer el marco legal vigente empezando por la Constitución, y será comprensible.

Pero, y ahora llegamos en este repaso inverso al primer punto, ¿qué me están contando ustedes de que van a orientar a alumnos de primaria según la orientación de los «valores y principios de la Constitución»? ¿Es que van a inculcarle a mis hijos que la división del Estado en Comunidades Autónomas, que se demuestra cada vez como una de las mayores equivocaciones de nuestra historia política, es un valor en sí mismo? ¿Es que van a inculcarle a mis hijos que el Jefe del Estado es una figura meramente decorativa sin potestad práctica alguna, y que esto es un principio en el que basar la educación? ¿Es que van a inculcar a mis hijos que el derecho de un individuo dejará de estar amparado por la ley -ese supuesto estado de derecho, con dos huevos- en función del capricho de otro, y que además esto es un valor constitucional y por tanto un principio moral?

Por decirlo en el lenguaje más correcto y ajustado a los términos legislativos que tratamos: Don Mariano, una mierda pa usté como el sobrero de un picaó. Al final, cuando uno rasca se acaba encontrando el barniz. La oposición del pepé a EpC nunca fue por la libertad de los padres, sino por su cabreo al no poder decidir ellos qué valores inculcar a los niños. Ya lo dijo Arenas en Andalucía: «El PSOE debe normalizar EpC pactado los contenidos con el PP». ¿Lo entienden? Se lo traduzco: «Si yo no pillo cacho, no vale, es injusto. Si tengo mi parte, es superdemocrático y sí vela por la libertad de los padres, aunque a esos padres les parezcan igual de despreciables mis valores y los del PSOE «. Liber

Lo explica muy bien el propio Mariano en el acto de Toledo en el que presentó su propuesta. Decía: «¿Pero quien es el PSOE para decidir cómo educo yo a mis hijos?» Muy bien. Nadie, don Mariano, nadie. Pero añado yo: ¿Quien coño es el PP para decidir cómo educo yo a mis hijos? Nadie, don Mariano, nadie.

Y más. ¿Qué es eso de que entre PP y PSOE decidan cómo educo yo a mis hijos?. Y antes de que yo pueda decir «Nadie, don Mariano, nadie», la casta política contestará: «Es el consenso, estúpido». Y por tanto, la libertad que decían defender podrá ser enterrada porque una vez que tengan parte del pastel, sí les parecerá que el Estado tiene derecho a imponerme unos valores no elegidos -y rechazados- por mi familia.

Elaboren un currículo común, deroguen traspasos suicidas de competencias en materia de Educación, fortalezcan la Formación Profesional como alternativa atractiva, denle valor al esfuerzo y al mérito, protejan la libertad de los padres para elegir no sólo centro sino modelo educativo (contemplando como tal la educación en casa) y terminen con la vergüenza que supone nuestro sistema educativo. Pero no se atrevan, no osen, no intenten fijar contenidos de formación en valores que no sean elegidos o siquiera aceptados libremente por los padres. O no cuenten con mis hijos en esas aulas.

3 Comments

  1. Museros wrote:

    Una excelente entrada, Gonzalo, y haces una observación muy pertinente: Rajoy, con esta propuesta está consagrando el positivismo jurídico como religión de estado y fuente de moral y de ética.

    Por cierto: los palmeros de siempre (arrogándose una representatividad que nadie les ha dado), dirigiendo el rebaño al redil (o intentándolo, al menos). http://www.hazteoir.org/node/27262

    martes, enero 19, 2010 at 15:38 | Permalink
  2. Juan Carlos wrote:

    Buenísimo el artículo, Gonzalo, y muy bien escrito. Saludos desde Madrid.

    domingo, enero 24, 2010 at 3:14 | Permalink
  3. Gonzalo wrote:

    ¡Gracias!

    domingo, enero 24, 2010 at 14:13 | Permalink

One Trackback/Pingback

  1. Bitacoras.com on martes, enero 19, 2010 at 14:24

    Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: Mariano Rajoy se ha soltado la melena lanzando una propuesta para un gran pacto de estado por la educación. Hay que reconocerle que la propuesta no se limita a cuatro frases hechas soltadas en un acto de partido, sino que se ….

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