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23F, 30 años

Se cumplen esta tarde 30 años desde la irrupción del Teniente Coronel Tejero en el Congreso. Casi desde el día siguiente, quien ha convivido conmigo me ha oído decir lo mismo, prácticamente sin variaciones: No era un golpe de la extrema derecha. Era un golpe orquestado desde el propio sistema y cuya cabeza no visible estaba -y sigue estando- coronada.

Prácticamente nadie me ha tomado en serio en estos treinta años. Que la extrema derecha no estaba detrás es evidente: hablamos de 1981 y nadie de los miles y miles de militantes organizados de Fuerza Nueva y Fuerza Joven estaba en el ajo. Ya. Que todo viniera de más arriba puede ser una interpretación, aunque para quien ha oído desde aquel mismo día testimonios al respecto, queda poco lugar a la duda.

Hace poco tiempo ha aparecido en las librerías el libro de Jesús Palacios «23-F, el Rey y su secreto», que todavía no he leído y que parece apuntar en esa misma dirección.

Seguramente en él encontrarán mejores argumentos y mejor contados de lo que yo pudiera decirles. Así que si tienen la oportunidad, ahí lo tienen.

Yo me voy a limitar a dos cosas:

La primera, reiterar mi convencimiento de que Don Antonio Tejero Molina actuó siguiendo las órdenes de quienes le intentaron engañar y utilizar como cabeza de turco y que descubierto el engaño actuó con un grado tal de dignidad absolutamente imposible de entender por aquella chusma que lo aprovechó como monigote en el que descargar sus miedos y rencores. Muchos de esos enanos posiblemente miraban para otro lado años antes cuando Tejero y sus hombres se jugaban el cuello evitando quemas de banderas españolas en los primeros años de eso que llaman Transición, o quizás también aplaudirían su sanción cuando se negó a que los guardias asesinados por ETA fueran enterrados a escondidas, y les rendía los honores que merecían.

La segunda, una simple anécdota: Comentar algo que me empezó a llamar la atención hace muchos años y que parece que a nadie más le extraña. En todos los resúmenes que en estos días verán ustedes, se reproducirá la narración que en directo hacía el periodista Rafael Luis Díaz para la cadena SER. En el primer instante en el que Tejero se dirige hacia la tribuna de oradores, Díaz comenta: «Hay un Teniente Coronel de la Guardia Civil».

Que en pocos segundos, desde la tribuna de prensa, y en un momento de tensión, alguien sea capaz de identificar sin lugar a dudas que en la bocamanga de Tejero hay dos, y sólo dos, estrellas de ocho puntas… Fácil de sorprender que es uno. Hacer la mili en una unidad del Cuartel General de Sevilla y que tras nueve meses algunas veces me costara unos segundos de más distinguir un teniente de un capitán, o un teniente coronel de un coronel al cruzarme con ellos por los pasillos (a menos de dos metros de distancia) igual influye.

23-F. 30 años después, hay quien se pregunta si algún día sabremos la verdad. Muchos dan por buena la versión oficial. Y los más dan por «salvador de la democracia» al Borbón. Pero es que no hay más cera que la que arde. Y así nos luce el pelo.

11 Comments

  1. Orisson wrote:

    Especialmente a los calvos.

    Recomendando libros, uno fundamental: «23F: La pieza que falta» de Ricardo Pardo Zancada, Ed. Plaza y Janés, Barcelona 1998. Y luego me cuentas.

    Un saludo

    miércoles, febrero 23, 2011 at 0:41 | Permalink
  2. Kikas wrote:

    Entraré de puntillas porque sé que en este guateque no voy a ser bienvenido, pero estoy encantado de poder discrepar absolutamente contigo en público y de que nadie me de matarile por ello
    (Y como hacen los nacionalistas, ni de uno ni de otro lado)
    Por si acaso

    miércoles, febrero 23, 2011 at 8:53 | Permalink
  3. He puesto un comentario ya hace un rato y no sale ¿¿??

    ¿El sistema me tiene tirria?

    miércoles, febrero 23, 2011 at 9:15 | Permalink
  4. Orisson wrote:

    Por cierto, Gonzalo, menuda mili chunga hiciste. Por eso no distinguías estrellas: por sobredosis. Te aseguro que después de terminar la mili distinguía a cien metros un comandante de un alférez viejo. Pero, claro, yo hice la mili en Infantería, y el que vale, vale.

    Un saludo

    miércoles, febrero 23, 2011 at 9:48 | Permalink
  5. Seneka wrote:

    Ese detalle no es nimio. Por su quehacer profesional, el periodista podría saber perfectamente de quien se trataba, pero en ese caso lo lógico es que le hubiese identificado con nombres y apellidos, no de esa forma tan indeterminada. Y es cierto. A esa distancia hay que ser n águila para precisar de esa manera.

    Por lo demás, creo que nadie duda del papel que el felón tuvo en la parodia de hace 30 años pero la hipocresía que sostiene esta mierda de sistema alcanza tanto y a tantos que seguiremos con el cuento de caperucita hasta que esto pete del todo.

    Y no … esto no lo puedo decir porque gracias al felón mis derechos constitucionales siguen vigentes. Lo digo porque se me pone en los mismísimos.

    miércoles, febrero 23, 2011 at 9:50 | Permalink
  6. Seneka wrote:

    ¡Eh, que yo también hice la mili en Infantería y de eso nada, monada!

    El tema es particularmete chungo en el caso del cuerpo de la Guaria Civil, en el que la edad del sujeto (o su apariencia) no ayudan nada en el intento de identificar el puesto en el escalafón.

    miércoles, febrero 23, 2011 at 9:53 | Permalink
  7. Gonzalo wrote:

    Orisson, me apunto el libro pero me temo que con el atraso que llevo me lo leeré en mi jubilación.

    Kikas, tu discrepancia siempre es bien recibida… pero ¿en qué discrepas?

    Interruptor, ni idea… aquí sólo aparece ese… Y yo no he entrado hasta ahora que acabo de salir de una reunión desde las 9 de la mañana.

    Orisson 2, mi mili fue chunga por aburrida. En los dos meses de instrucción me lo pasé como un enano, pero el destino era en la oficina de la Unidad de Vehículos del Cuartel General.

    De infantería.

    Un coñazo. Y diariamente, o al menos varias veces por semana, había que ir a la zona noble, en la Plaza de España, a llevar y traer documentos. Normalmente se lo encasquetaba mi compañero pero alguna que otra me tocaba a mí. Pasaba por la planta donde estaba el Capitán General, el Estado Mayor, chorrocientos coroneles…

    Había veces que tenía que pasar por medio de un corro que charlaba amigablemente, y en el espacio de un pasillo, andando a paso firme y con luz de interior (y con todos descubiertos) identificar si había algún coronel o general por aquello del ussía o vuecencia. Y desde luego, al cabo de los meses uno más o menos situaba las caras, pero antes…

    Seneka, de hecho hubo otros periodistas que a los pocos segundos dijeron «es el coronel (sic) Tejero», porque lo conocían del Galaxia y demás. Pero es lo que tu dices, un águila. O quizá, puede ser, muy aficionado a temas militares y con experiencia en desfiles o similares. Pero lo dudo.

    Y hoy vuelven a decir todos que eso, que el Borbón consiguió tal y cual. Cuando quien abortó realmente el golpe fue Tejero cuando vio la trampa y mandó a Armada a tomar viento, rechazando el avión y los 200 kilos de la época y quedándose hasta que le aseguraron que sus hombres salían libres.

    Entonces, sólo entonces, cuando Tejero se caga en todo, se emite el mensaje. Casualidades.

    miércoles, febrero 23, 2011 at 14:47 | Permalink
  8. ¿Hay algún límite de tamaño para los comentarios? No era corto pero tampoco era terrible. Lo intenté dos veces y nada.

    Pues paso.

    Lo que sí quería decir es que yo me he criado en una ciudad donde la mitad de la población pertenecía a la armada y muchos de mis amigos y compañeros eran capaces de distinguir la graduación de cualquier uniformado que estuviese dentro del campo visual en menos de un segundo.

    miércoles, febrero 23, 2011 at 17:26 | Permalink
  9. Mi comentario iba sobre que no me creo que el Rey estuviese detrás porque no tiene ningún sentido, además de que en ese caso ¿por qué rajarse a la mitad si hubiese podido tener éxito de no haberse rajado?

    Los tiros iban por otro lado: pregúntenle a la vieja guardia felipista y ya me contarán. ¿Por qué, si no, iban a dejar colgados a Tejero y a Milans del Bosch? Porque no interesaba que saliese adelante, era tan sólo una maniobra política para conseguir lo que se consiguió, que la única izquierda con posibilidades de gobernar España fuesen los sociatas, dejando fuera de juego a los comunistas.

    miércoles, febrero 23, 2011 at 17:31 | Permalink
  10. Kikas wrote:

    Discrepo habitualmente en casi todo
    Pero a lo mejor este es tema sensible
    Yo, que de mismísimos ando regular, sí que sé que gente con unos mismísimos de campeonato no se hubiera atrevido a exhibirlos según donde…y supongo que sé de lo que hablo
    Porque cuando entran las pistolas en danza, los mismísimos se quedan pequeñitos, pequeñitos.
    Y depende si comulgas con el que tiene la pistola o no, los mismísimos se te ponen de corbata o te cuelgan
    Sobre todo si tú nunca tuviste pistola ni te gustaría tenerla
    De donde vengo había tios con pistola. No me apetecía nada que adonde iba hubiese otros con pistola tambien
    Si es que me metes los dedos en la boca y pasa lo que pasa…

    miércoles, febrero 23, 2011 at 18:40 | Permalink
  11. Gonzalo wrote:

    Interruptor, en principio no hay límite. Pero no es la primera vez que pasa. Que yo sepa, al Señor Embajador le pasó una vez, y a mí me ha pasado en algún otro sitio. Lo siento. Y aprovecho la ocasión para recomendar a quien use Firefox el complemento Lazarus, que para esos casos es cojonudo porque te guarda todo lo tecleado.

    Sobre lo que dices de distinguir a la legua graduaciones, pues sí, habrá gente muy hábil en esa especialidad. Pero tú mismo lo dices: En una ciudad donde la mitad de la población pertenecía a la armada. Igual es que el periodista en cuestión era paisano, quien sabe.

    En cuanto a lo del Rey y el pesoe, no creo que una cosa excluya a la otra. El partido golpista obrero español no me cabe duda de que estaba en primera fila en todo el follón. Sobre el Borbón sí me cabe una seria duda, relativa a su capacidad intelectual para haber organizado algo, lo que me lleva más bien a pensar que aceptó un plan propuesto por otros. Y que se bajó empujado por su padre y por Sabino.

    Ayer le planteé una cuestión a un compañero mío que no me tomaba en serio, y sobre eso mismo habló anoche Blas Piñar en una entrevista. Le dije: Busca documentación donde quieras y puedas, e intenta encontrar en febrero del 81 a dos generales más significativa y fervientemente monárquicos que Armada y Milans. Y si encuentras nada más que a uno -si quieres quitando a Sabino- me lo dices. Y si no, me explicas cómo los dos más monárquicos del cole le querían quitar el bocata a Juanca.

    Kikas, es que estamos hablando de cosas diferentes. Niego la mayor. «A donde ibas» no había pistolas, había un gobierno de concentración con todos los partidos «democráticos» implicados.

    jueves, febrero 24, 2011 at 9:56 | Permalink

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  1. Bitacoras.com on miércoles, febrero 23, 2011 at 0:08

    Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: Se cumplen esta tarde 30 años desde la irrupción del Teniente Coronel Tejero en el Congreso. Casi desde el día siguiente, quien ha convivido conmigo me ha oído decir lo mismo, prácticamente sin variaciones: No era un golpe…

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