Composición de lugar: Mediodía del domingo 27 de marzo, convocatoria en Sevilla de manifestación por el Día de la Vida a la que acudimos toda la familia no sin antes pensarlo detenidamente y tener muy en cuenta las palabras de Orisson al respecto. O las mías de hace año y medio, expresadas no una ni dos, sino tres veces. O las de Juan Manuel de Prada por la misma época. Ojo atento, arma cargada, apunten al peperoni. Fuego. Las armas, como otras veces, simples pancartitas sacadas en A4 de manera artesanal. Así:
Llegamos tarde a la manifestación, pero justo a tiempo para entrar en la Plaza Nueva junto a la cabecera y situarnos en buen sitio, tanto para escuchar las intervenciones como para ver el ambiente. Sobre el acto en sí, les remito a la pequeña crónica que hace ABC de Sevilla, supongo que escrita por el joven que me pidió leer la pancarta mientras tomaba nota de todo en una libreta. Como ven ahí también, banderas y pancartas de las que no gustan a los tibios
Terminado el acto, y mientras jugaba y bailaba con mis hijas, mi santa esposa, que portaba a un ojiplático Gonzalete en su fular, me avisa: ¡He visto a Zoido! ¡Allí!
Juan Ignacio Zoido es el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Sevilla y candidato a las próximas municipales. En medio segundo me decidí, me dirigí hacia él, esquivando gente, y tras tocarle suavemente el hombro llamándole cortésmente («Señor Zoido, por favor») se vuelve sonriente, con cara de candidato cercano al pueblo, y le planto delante de la cara uno de los carteles mientras le pido que lo coja. Lo coge y lo mira. Nos separamos apenas uno o dos metros, me mira y le hago un gesto inequívoco: Mucha cara plantarse aquí, ¿no?
Me sorprendió -mucho- la reacción. Con cara de evidentísimo enfado, me devuelve el gesto y me repite varias veces: «cara la tuya, cara la tuya». Por un momento me indigno tanto por su respuesta que poco me falta para encararme con él (bueno, eso agachándome mucho, claro) y pasar a mayores, pero está con su mujer y su hijo pequeño, así que me limito a plantarme a su lado e irle siguiendo con la pancarta en alto. Todo el que se acerca a saludarle o simplemente lo ve, ve mi pancarta. El resto de la tropa se une y Zoido está permanentemente rodeado de tres carteles que llevamos mi mujer, mi hija mayor y yo. Así hasta que visiblemente incómodo se va de la Plaza.
Por cierto, hasta que no he visto la foto no me he dado cuenta de que iba acompañado de Gregorio Serrano, otro concejal pepero.
Señor Zoido, a ver si me entiende: Me sobran los motivos para reprocharle su cara dura. Pero en el caso que nos ocupa, es evidente la razón: Usted, que lleva cinco años haciendo pateándose la calle, lo hace siempre como candidato, para dejarse ver, para ganar simpatías y votos. De lo cual es usted muy dueño. Pero usted, representante de un partido abortista, se planta en la celebración del día de la vida, paseando delante de las cámaras y saludando atentamente a todo el que se menea. Hasta que llega peligroso comando formado por un matrimonio y sus tres hijos y le chafa el plan. Porque tenemos la extraña manía de llamar a las cosas por su nombre: al pan, pan; al vino, vino; y al pepero, abortista.
Y usted ¿cómo reacciona? ¡Diciéndome que el que tiene cara soy yo! ¿Por qué, Señor Zoido? ¿Por qué tengo cara? ¿He ido yo a sacar votos a donde se celebra lo que mi partido ataca? Sinceramente, me sorprendió su respuesta. De alguien a quien se le suponen las tablas que se le suponen a usted no esperaba que contestara con algo parecido a un colegial «me rebota, y en tu culo explota, ñañaña». Que fue más o menos lo que hizo.
Por cierto, siempre ha habido clases. Yo dije «Señor Zoido» y me respondió tuteándome. Además de caradura y tapón, maleducado.
13 Comments
La crueldad, Gonzalo, no es cristiana
¿Quién eres tú apra amargarle la tarde a este Señor que nada te había hecho?
¡Y para colmo le llamas Tapón!..de usted…pero tapón
jejeje
Sí, sí, son del PP. Llevan camisa de Polo Ralph Loren.
Huy (con h), Kikas, que no me ha hecho nada… Si yo te contara…
Lo de tapón, soy plenamente consciente de que es de una gran crueldad meterse con la gente por sus condiciones físicas, pero es superior a mis fuerzas: No puedo fiarme de los tapones. O como suelo decir en privado, y usted disimule la expresión, nunca me fío del que al tirarse un peo levanta polvo.
Elemental, querido NIDIXI…
El que al tirarse un peo levanta polvo puede deberse a dos condiciones, sepa uted
Que está cerca del suelo
Que posee directividad y potencia.
¿Usted tampoco se fia de los directivos? (Por la directividad, digo)
Buenos días.
En esos momentos estaba en la Misa de los niños de primera comunión y luego entraba en María+Visión, pero me hubiera gustado ver esos carteles en directo al lado del señor Zoido. Creo que le hubiera pedido uno para acompañarle.
Y repasando sus posts decirle que me alegro también por la respuesta dada en la clase de religión:
http://blogs.andalunet.com/gonzalo/2010/10/27/deberes-de-religion/
En Cristo y María.
Gracias por la mención, Gonzalo. De todos modos, adelantándome a Museros, sí te diré que era normal la presencia de un político del PP en un acto… del PP. Porque, no nos engañemos, en eso se ha convertido las otrora manifestaciones antoabortistas (otrora digo por hace treinta años, no por hace diez que apenas había).
Aunque, a diferencia de Museros, creo que sí tiene solución, que es precisamente la que tú llevaste a cabo con ese hombre público (dicho en el mismo sentido que mujer pública, no sé si me explico): acosarlo hasta que tenga que irse, y dejarnos de una puta vez en paz. Y también los meones, y los IPF y los FEF, y otras siglas cucas que me resisto a poner.
Así que, macho, enhorabuena y gracias. Ale.
Un saludo
Y, por cierto, definamos tapón, no vaya a ser que yo entre en la categoría y me tenga que cagar en las muelas de alguien. Eso.
Un saludo
Zoido es el «marianismo» light, bajo en calorias y sin azúcar en estado puro.
En mis tiempos de tertuliana en El Anteojo de COPE, varias veces chocamos con asuntos como este, y otros donde prefirió esconder la cabeza cual avestruz y seguir en ese estado de evanenescencia, en ese «si,pero no», ese «ya veremos,ya lo estudiaremos,hay que consensuarlo…»
No hay que engañarse.El PP es esto.
No hay más.
Un aplauso para tí y tu familia, Gonzalo.
Como dice Orisson, no hay que extrañarse de que Zoido estuviese allí. Pero ir para ponerle en evidencia me parece magnífico.
Por cierto, ¿Zoido no fue, en su día, de Fuerza Nueva?.
Si realmente estuviese allí con algún convencimiento de lo que hacía, te hubiese intentado explicar que él no defiende lo mismo que la cúpula del partido y que en esos asuntos incumple la disciplina de partido y soporta las multas que por ello le impongan. Pero no lo ha hecho porque sería demasiado evidente la mentira y porque, realmente, lo único que estaba haciendo era buscar un puñado de votos, y tú llegaste a chafarle el plan. Eres un cabroncete, pero un cabroncete con mucha gracia. ¡Pero qué arte tienes, mi niño!
Lo primero, dar la bienvenida a David y a Natalia.
Lo segundo, creo que es más que obvio que no me sorprendió ni que estuviera Zoido ni cosas por el estilo.
Lo tercero, precisamente por que me esperaba que hubiera alguno, iba provisto de los correspondientes cartelitos. Creo que hay que ir a estos actos precisamente para hacer cosas como la que hicimos. Que Zoido se fuera mosqueado evidentemente me satisface. Pero mucho más el que cuando estábamos junto a él con los cartelitos en alto, gente que hasta ese momento sólo le miraba mal pero a distancia, se acercara, nos saludara y delante de él dijeran en voz alta «es que no sé qué coño pintan aquí», «es que no tienen vergüenza», «es que son peores que los socialistas, que esos por lo menos no te intentan engañar»…
Cartelitos pequeños, sacados a impresora, y ojo avizor. Acercaros como si fuerais a saludar al pepero, se lo dais con una sonrisa y luego os quedáis a su lado tocando las narices.
Como dije hace año y medio: Hay que ir, hay que limpiar.
Y… cuarto… ejem… tranquilo, Orisson, antes del grado de tapón está el de taponcete… que es mucho más honroso…
😛
Gracias por la bienvenida.
En Cristo y María.
Gracias, gracias, y muy bien hecho.
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