Skip to content

Eugenesia preventiva

Entre los miles de horrores que los medios nos escupen a diario, no puedo evitar sentir náuseas y una lástima infinita cada vez que leo sobre un caso de aborto. Y esta vez no ha sido diferente. Eso sí, el medio en cuestión no pone el acento en el asesinato de un niño de seis meses sino en que se investiga si el diagnóstico que motivó el aborto era correcto. Me estremece ver que quien solicita la investigación, además, es una asociación que tiene los huevos de llamarse «El defensor del paciente».

Los huevos, digo, porque esta asociación dice luchar contra las negligencias médicas y en defensa del paciente que sufre abusos y errores en la atención sanitaria. Lo cual, en teoría, es muy de agradecer. Salvo que no tengo noticia de que esa asociación defendiera en ningún momento al niño de seis meses del abuso médico mayor que puede cometerse, que es valerse de un quirófano para acabar con la vida de uno. O quizá es que como el niño no paga, no tiene derecho a ser considerado paciente.

Pero parece que no. Que el problema, el hecho denunciable, no es la muerte del inocente indefenso, sino que fue después de exterminado «el problema» cuando apareció un informe que indicaba que «no era necesario» el asesinato. Y está muy bien que alguien pida una investigación cuando un dictamen médico es erróneo, pero nadie parece extrañarse de que los padres de la criatura eligieran agilizar en todo lo posible el asesinato de su hijo para acortar plazos, sin acudir, como cualquiera haría si le diagnostican cualquier complicación medianamente importante, a una confirmación o segunda opinión.

Se centra ahora la discusión en si un informe llegó pronto o tarde, si el diagnóstico era erróneo o simplemente necesitaba mayores pruebas… Pero ni una palabra acerca de que al parecer, si el niño efectivamente tenía un problema congénito en sus extremidades, entonces era un cacho de carne molesta y eliminable, sin plantearse rehabilitación posterior al nacimiento u otras posibilidades. ¡Ah! pero si el niño sí estaba sano, entonces nos lamentamos de que acabara en el cubo de la basura, ese que destinamos, en nuestra avanzadísima civilización, para despojos de enfermos, «cargas» no convenientes en este momento, criaturas del sexo contrario al que nos apetece, o simplemente feos.

Qué asco. De todo.

One Trackback/Pingback

  1. Bitacoras.com on miércoles, julio 27, 2011 at 13:53

    Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: Entre los miles de horrores que los medios nos escupen a diario, no puedo evitar sentir náuseas y una lástima infinita cada vez que leo sobre un caso de aborto. Y esta vez no ha sido diferente. Eso sí, el medio en cuestión …

Post a Comment

Your email is never published nor shared. Required fields are marked *
*
*