Vamos tirando

El asunto viene de hace varios meses, concretamente de enero, pero el personal parece que no se había enterado y es ahora cuando se están topando con la realidad. Supongo que para los gilitontos esos del mal menor y semejantes giliflauteces es una magnífica noticia y una medida de protección de nuestra muy santa y libre democracia. Pero para gente tan rara como yo es una burla o, mejor dicho, una clara escenificación de eso que llaman democracia y que resulta que nos hemos dado a nosotros mismos.

El pasado 29 de enero, sábado, se publicaba en el BOE la Ley Orgánica 2/2011 de Modificación del Régimen Electoral General. Dicha ley había sido pactada por PSOE, PP, PNV y CiU. Y entre otras cosas encaminadas a la consagración de la democracia en el marco constitucional que nos hemos dado a nosotros mismos por los cojones, dispone en el artículo 169.3 la siguiente fechoría:

«Los partidos, federaciones o coaliciones que no hubieran obtenido representación en ninguna de las Cámaras en la anterior convocatoria de elecciones necesitarán la firma, al menos, del 0,1 % de los electores inscritos en el censo electoral de la circunscripción por la que pretendan su elección. Ningún elector podrá prestar su firma a más de una candidatura.»

El asunto es grave, pero la última frase es directamente inadmisible. Háganse a la idea. El censo electoral de Sevilla en las últimas generales era de 1.469.076 electores. Eso significa que para presentar una candidatura en la provincia de Sevilla, cualquier partido extraparlamentario debe pasar por el trámite de presentar casi 1.500 firmas debidamente documentadas y verificadas. Y lo que es mejor: Esos 1.500 firmantes NO PODRÁN AVALAR NINGUNA OTRA CANDIDATURA, y si lo hacen y se detecta, sus firmas serán invalidadas en los dos o más casos presentados. Hagan más números. Si quieren presentar un partido a las elecciones en toda España, por hacer las cuentas rápidas y fáciles y no ir circunscripción por circunscripción, cojan el total del censo nacional (35.701.969 electores) y aplíquenle la cuenta.

Esto es lo que hay. Esto es lo que entienden los partidos esos que decían que entendían las peticiones de mayor representatividad social y de profundizar en la democracia. Claro, lo pactan los cuatro partidos que sí tienen representación por todas las circunscripciones por las que se presentan. Pensando en la democracia. Claro.

Y ojo, que con esto no clamo por que sea justo y necesario que todos podamos participar en «la fiesta de la democracia» y esas chorradas, como si eso fuera solución o arreglo de nada, ni legitimación de nada. Sólo señalo el afán por acotar el cortijo de la chusma dirigente.

¿Solución? La de siempre. ¿Urnas vacías? No. Urnas en llamas y políticos que perciban claramente la realidad social. Pero clarísimamente, vamos. Y rápido. De golpe. No sé si me explico.