Se hace difícil, Señor. Mucho. Se hinca uno aquí, de rodillas, y entonces piensa… en qué decirte, en qué pedirte. No siempre es fácil de entender, y de aceptar. El primer impulso es pedirte que sane. Que salga adelante. Y entonces pienso en lo que me cuentan. Que está muy mal, que se apaga por horas, que es cuestión de, como mucho, días. Y entonces pienso en que si es Tu Voluntad, ese no sería problema, y que, puestos a pedir siempre lo que convenga a Tu Gloria, ¿acaso no sería un milagro evidente que proclamar?
Luego recuerdo lo último que me dicen. Que en un momento de lucidez, ya escasos, llamó a su marido y le dijo que, aunque intentaran contarle otras cosas, ella sabe muy bien que se muere. Y entonces, mirándole a los ojos, no lloró, no se asustó y no buscó consuelo, sino que fue ella quien lo ofreció: No tengo miedo. Estoy preparada. Estad tranquilos. Entonces pienso en que posiblemente no pueda pedir nada mejor para ella, porque ya es ella, con el sacerdote que le ayudó, quien se ha preocupado de ello.
Y sigo pensando en qué pedirte al respecto. Y vuelvo a la base de toda petición: Lo que más convenga a Tu Gloria, Señor. Así que mi ruego es éste: Que su marido y sus hijos sepan llenar el vacío de llega a su casa con la tranquilidad de que se encamina al juicio con los deberes hechos. Que sus padres vuelvan sus ojos a Ti por segunda vez para superar este contranatura que es enterrar a un hijo. Y que sus hermanos y sobrinos entiendan su entereza y preparación como un regalo y un ejemplo que les sirva de consuelo. Y a los demás… que sepamos acompañarles.
Y que todo ello, Señor, sea para mayor gloria tuya.
Y a vosotros que me leéis… echadme una mano en la petición, ¿vale?
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Cuenta con ello
No creo que en mi caso ayude, pero, de verdad, estoy contigo
En ello estamos 🙁
Ya está hecho
No sé de quien hablas aunque está claro que sufre y mi oración en una situación así es la de Jesús en el Huerto de los Olivos: «Si es posible, que pase de mí este cáliz, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya».
Finalmente esta mañana su cuerpo no ha aguantado más.
Descanse en paz.
Ruego oraciones.
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