Ya han pasado varias semanas y da menos que hablar… pero la propuesta de la Junta de Andalucía de «expropiar el derecho de uso» de viviendas vacías generó una importante polvareda. Las críticas hacia la consejera Elena Cortés hablaban de un marxismo trasnochado con una buena dosis de Chavizmo on the rocks. Y volví a recordar tantas y tantas discusiones…
A ver… el problema de Elena Cortés no es que sea una roja peligrosa. El problema de Elena Cortés es que es una incompetente aupada al manejo de nuestros recursos. Buena muestra de ello es que asistió impávida a numerosas reuniones del consejo de Cajasur sin que hasta la fecha se tenga conocimiento de sus aportaciones, avisos o propuestas para evitar el desastre en dicha caja. Eso sí, las dietas las cobró todas. En eso no falla ni uno.
Si pedir la enajenación de viviendas vacías en determinadas circunstancias es de rojos peligrosos… yo vuelvo a serlo. O lo fui. En esas discusiones, hace varios años, cuando la chusma repetía el mantra del anterior iluminado de la Moncloa de que «esto va a pasar y volverá a manar leche y miel», una de mis propuestas era dar a los bancos un plazo de entre seis meses y un año para deshacerse de TODA su cartera inmobiliaria. Pasado dicho plazo, todo piso, casa, garaje o local que estuviera en manos de los bancos sin haber encontrado comprador pasaría a las distintas entidades públicas de gestión de viviendas sociales, que las sacarían en alquiler social sin contraprestación alguna para los bancos y cajas que las habían tenido paradas antes.
Hay que ver la cuestión en perspectiva: Las más de 40 entidades entonces existentes (hablo de 2008, 2009) sacaban pecho (recuerden, el mejor sistema financiero mundial, la champions league…) con unos balances absolutamente irreales en los que sólo creían los economistas del régimen, sus defensores, y por supuesto ZP y MAFO, y en los que figuraban como activos centenares de miles de viviendas vacías a precio de burbuja y por los que nadie daría ni una cuarta parte de ese supuesto valor. Esto hacía mantener un falso status a los bancos y cajas y a la vez sostenía artificialmente un precio disparatado en la vivienda, que hacía que si algún currito podía acceder a una, era metiéndose en unas hipotecas que cualquiera con dos dedos de frente y ojos en la cara podía ver que les conducirían irremisiblemente a la situación de impagos y desahucios que estamos viviendo.
Una medida del tipo de la que digo hubiera obligado a dos cosas: La primera, un desplome en el precio de la vivienda y unas condiciones de financiación accesibles (ya que el banco preferiría vender por 10 y en cómodas condiciones lo que valoraba en 50, antes que perderlo del todo), y la segunda, una puesta en real de los números de las entidades financieras que hubieran permitido mantener alguna de las que hoy han desaparecido. Ciertamente algunas no hubieran resistido el órdago y habrían desaparecido. Pero por su propio peso, no arrastrando miles de millones de nuestro dinero en su caída, como finalmente ha sucedido. Pero esa medida hubiera tenido sentido entonces, cuando se reían todas las gracias y doña Elena cobraba dietas por arruinar una caja.
Supongo que la medida propuesta por mí en medio de mi oficina y que inexplicablemente no fue atendida por nadie puede calificarse de atentatoria contra el libre mercado y el derecho a la propiedad privada. Discrepo, pero aunque así fuera, me importa un carajo.
Ahora bien, aceptando que por esta propuesta me llamaran rojo peligroso, sí pediría que se le dejara de llamar a la Excelentísima Señora Consejera de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía, Doña Elena Cortés Jiménez. Porque no lo es más que, como tantos otros, de repetición de eslóganes y tópicos, y siempre a cargo del presupuesto. Porque esta incompetente, dejémonos de historias, le está queriendo hacer un favor a las entidades, ignoro si en agradecimiento por las dietas cobradas. La propuesta de la muy incompetente Elena Cortés, de llevarse finalmente a cabo, consistirá en coger el catálogo inmobiliario improductivo que las entidades financieras no son capaces de colocar, buscar a los clientes, encargarse de toda la gestión y, entre que se cobra o no se cobra ese «justiprecio», pagar CON DINERO PÚBLICO a esas entidades que se quitan así ese problema de encima.
¿Roja peligrosa? No. Por si no les ha quedado claro, Elena Cortés es una incompetente que paga su incompetencia con nuestro dinero.
3 Comments
Me he perdido al final con lo de pagar con dinero público….
Pero no la conclusión acerca de la incompetencia…que creo que nada importa lo que no he entendido
O si….
No te pierdas. Te guío:
Bancagarse tiene un piso que no coloca ni p’atrás. Entre otras cosas porque siendo un cuchitril de 60 metros, cuando la gente podía comprar pisos pedía por él 500.000 euros.
Ahora lo vendería por 30.000, pero sigue sin poder colocarlo.
Llega Elenita, coge el cuchitril y se lo asigna a una familia en alquiler social. El trámite del cobro del alquiler social lleva un camino, y el del justiprecio a Bancagarse, otro. Por lo tanto, Elenita saca su chequera (que alimentamos tú y yo) y le dice a Bancagarse: Toma, guapo, lo tuyo.
Y el director de la oficina de Bancagarse, encantado, claro.
Ahhhhhhhh
One Trackback/Pingback
Información Bitacoras.com…
Valora en Bitacoras.com: Ya han pasado varias semanas y da menos que hablar… pero la propuesta de la Junta de Andalucía de “expropiar el derecho de uso” de viviendas vacías generó una importante polvareda. Las críticas hacia la consejera Elen…
Post a Comment