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Cómo está el servicio

Antes que nada debo pedir perdón a Fuego Negro por robarle un título. Pero esta entrada no viene por aquella sino por esta otra. A Altea (la autora) le llamaba la atención el concepto de servicio que tiene alguna gente. A mí también. Así que le dejé un comentario que reproduzco aquí:

¿Acaso un abogado no sirve a su cliente cuando le redacta un contrato? ¿Acaso el notario no sirve a las partes que lo firman ante él? ¿Acaso no sirvo yo a quien contrata los servicios de la empresa en que trabajo?

El problema no es servir, sino conceder distintas dignidades a el trabajo según su remuneración.

Para mí, que viniera una mujer a barrer mi casa sería lo mismo que el que venga un arquitecto a elaborar un informe de la estructura, pongo por caso.

Tengo amigos abogados, amigos comerciales, amigos ingenieros, amigos parados y me merecen el mismo respeto profesional que una amiga que trabaja como «servicio doméstico».

El problema es de quien tiene abogados amigos pero en cambio si son criadas dejan de ser amigas para quedarse en conocidas.

Un día escuché una queja de alguien por que la muchacha que le había ido a limpiar a casa le había hecho algo mal. Dijo «Eso no se lo consiento a una muchacha». Yo flipé. ¿Y a un abogado sí se lo permitirías? ¿Y al notario ante el que firmas una escritura tendría menos culpa si hiciera mal su trabajo?

Realmente me espanta el desprecio que algunos muestran por PERSONAS en función de la labor que desempeñan. No. No me espanta. Me asquea.

Un día una de mis hijas me preguntó que si una amiga nuestra «era una criada». Le contestamos explicándole que es una persona exactamente igual que nosotros, a la que además conocemos y queremos, y que desempeña un trabajo como nosotros, exactamente igual de importante, puesto que con ese trabajo se ayuda a los demás.

Analizando mi propia respuesta descubrí, después, que en realidad su trabajo es mucho más digno e importante que el mío, pero eso ya es otro cantar.

One Comment

  1. No hay ofensa. De hecho la ley permite que escribas un libro titulado «El Buscón» siempre que el contenido del mismo sea diferente de la magistral obra de D. Francisco de Quevedo y Villegas.

    Salvando las distancias, claro.

    A la hora de elegir los amigos no suelo observar la renta ni el patrimonio porque seguro que lo hago mal. Yo creo que la función de observar el patrimonio y la renta debe ser reservada a los excelentes profesionales de la Agencia Tributaria.
    ¡Adopta un inspector!

    jueves, marzo 11, 2010 at 21:29 | Permalink

One Trackback/Pingback

  1. Bitacoras.com on jueves, marzo 11, 2010 at 19:31

    Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: Antes que nada debo pedir perdón a Fuego Negro por robarle un título. Pero esta entrada no viene por aquella sino por esta otra. A Altea (la autora) le llamaba la atención el concepto de servicio que tiene alguna gente. A m…

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