Skip to content

Un simple recurso

Eso fue para vosotros, ¿verdad? Nada más que un recurso, un simple recurso, un puto recurso. Un apunte perdido en un balance de gastos. Nada más que eso, hijos de puta, nada más.

Hubo un día en que, siendo una pequeña empresa familiar, el objetivo era tirar para adelante, todos juntos, con rachas mejores y peores. Se trataba de mantener el chiringuito, de manera conjunta, con números globales, y mañana tu parte funcionará mejor que la mía, y la semana que viene al revés. Pero ahora no. Ahora llegaron los soplanabos de corbatas floreadas y las soplonabas de broches brillantes, con aires de supergestores de multinacional de los cojones a puntear dato a dato, optimizar lo llaman los muy cabrones. Y tienen el cuajo de hablar de balances brillantes, de millones de beneficios. Y ahí, en esa unidad de negocio perdida, detectan un verso suelto, un flanco fácil, una presa para su sed de sangre humana. Nada importa su situación familiar, su edad, las necesidades familiares sólo cubiertas por su sueldo. Una mala racha, un flaqueo del mercado en su especialidad y ¡zas! Optimización, lo llaman, los muy cabrones. Maldita sea. Hijos de puta, les llamo yo.

Y ahora te veo, amigo, rumiando tu preocupación, oteando el horizonte con angustia, sin saber qué te deparará el plazo medio y teniendo que aguantar el tirón porque en tu casa ya había bastantes problemas sin necesidad de éste.

Pero los demás, aquí estamos, unos pasándolo peor, otros indiferentes -eso aparentan, creo y espero que sólo por fuera- pero todos, al final, volviendo aquí, cada mañana, aunque la próxima ya no estés, porque cada burro a su pesebre, Virgencita que me quede como estoy. En lugar de mandar todo a tomar por culo, pegarle fuego a la oficina e irnos a buscarnos la vida contigo. Porque tras el arranque de furia y dignidad nos vence, ay, nuestro miedo. Malditos seamos.

Sin saber qué decirte que te sirva de algo, te miro y sólo acierto a formular un «Confía, Dios proveerá». Y aunque en estos momentos te parezca una excusa, un decirte algo por cumplir, créeme: Confía, Dios proveerá.

Los hombres no. Los hombres, malditos sean, sólo optimizarán. Sólo espero que el día que me optimicen a mí tengan los cojones -y  ovarios- de venir a decírmelo a la cara, cosa que no han hecho contigo, dejando el muerto a un tercero. Porque los hijos de puta lo son para todo.

Dios te bendiga y te guarde, amigo. Y te provea.

5 Comments

  1. Kikas wrote:

    Efectivamente, los hijos de puta (Que no hijoputas, que es diferente) lo son para todo, y una parte imprecindible de su ser es la puta cobardía.
    Sabes que no soy creyente, y creo que Dios proveerá…o no. Pero lo que sí te aseguro es que si tu compañero (Y en este momento mio tambien), no provee por sí mismo, poco tiene que hacer.
    Como alguien con una buena preparación que, por primera vez en la vida se quedó en el paro en Junio del año pasado y salió adelante comiéndose el mundo, lo único que puedo aconsejar es eso, que SE LO COMA. Que no se derrote y que encontrará otra oportunidad, a lo mejor dando más de una vuelta, pero la encontrará.
    La apatía y el desánimo lo transmitimos, y eso no se puede traslucir.
    Ahora, si se deprime, si empieza a buscar culpables no se centra en lo importante, créeme, Dios está muy ocupado.
    Todo mi apoyo. Sé lo que es y cómo se pasa. Tambien sé como se sale (Con más o menos suerte) , pero cómo hay que salir.
    Aunque en este momento a tu amigo todo le venga grande, tienes mis datos de contacto. Estoy a su disposición para cualquier tipo de orientación (Un puesto de trabajo, y en Sevilla ya es más complejo para mí, Gonzalo)

    martes, marzo 23, 2010 at 12:43 | Permalink
  2. Pitufa wrote:

    🙁
    Confío en que proveerá.
    Y a los otros, cabrones, que también los provea pero de su misma medicina.

    martes, marzo 23, 2010 at 12:48 | Permalink
  3. Seneka wrote:

    Alguien me dijo en una ocasión que no sabía si la justicia existe en nuestro mundo, pero que tenía la absoluta certeza de que la injusticia si existe. Y contra ella había que aprestarse a luchar en todos los frentes. Eso es una tarea chunga de pelotas, y muy de detalles concretos en el día a día. Y la reparación inmediata de la injusticia (la venganza, si quieres) no suele ser al algo al alcance de nuestras manos.

    Si hay algo que se pueda hacer por ese amigo dínoslo.

    PS: yo ya estoy en activo de nuevo. Gracias, Kikas, por tus palabras de hace algún tiempo.

    miércoles, marzo 24, 2010 at 16:48 | Permalink
  4. Gonzalo wrote:

    Me alegro de tu vuelta a la actividad, Séneka, aunque sea a costa de dejarnos abandonados desde hace días

    😉

    Por mi compañero de momento lo que podemos hacer es rezar más que nada para que no se agobie más de la cuenta y sepa, siguiendo el consejo de Kikas, venirse arriba y buscar, buscar y buscar hasta encontrar.

    Sobre la injusticia y el estado actual de cosas… un círculo cercano me dice que cada día me estoy volviendo más anarquista por las cosas que digo. Salvando las evidentes distancias, algo de eso debe haber, sobre todo cuando leo cosas como estas y, salvando algunas comparaciones y puntualizaciones, me dan ganas de buscar el pasamontañas y el garrote y salir con ellos a meter fuego a todo.

    miércoles, marzo 24, 2010 at 16:53 | Permalink
  5. Kikas wrote:

    Séneka…un orgasmo de satisfacción interior (Glups, perdón)

    jueves, marzo 25, 2010 at 6:21 | Permalink

One Trackback/Pingback

  1. Bitacoras.com on martes, marzo 23, 2010 at 11:06

    Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: Eso fue para vosotros, ¿verdad? Nada más que un recurso, un simple recurso, un puto recurso. Un apunte perdido en un balance de gastos. Nada más que eso, hijos de puta, nada más. Hubo un día en que, siendo una pequeña emp…

Post a Comment

Your email is never published nor shared. Required fields are marked *
*
*