En la última entrada de el Diario de un Padre Objetor (a Educación para la Ciudadanía) dejo un comentario que, por lo extenso, reproduzco también aquí, como aclaración sobre mi postura respecto a la Objeción de Conciencia a la asignatura.
Y de paso, sería bueno reiterar lo que creo que algunos pierden de vista: El tema de la EpC no es un problema de PP o PSOE, sino de admitir la invasión del Estado o no. Que los peperos lo hacen exactamente igual que los zetaperos.
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Con todo el respeto y el aprecio a los padres objetores que optan por la vía de los tribunales, tengo que discrepar con una frase que recoge esta entrada y que está presente en muchos de las declaraciones de los padres objetores.
Es ese párrafo en el que dices que «Pero, además de ejercer la objeción de conciencia, recurrimos a los tribunales porque consideramos que es un derecho y un deber de nuestra condición ciudadana.»
Vamos a ver: Mi hija mayor, de 10 años y en quinto de primaria, es la única niña de todo su distrito educativo -en un barrio pepero, por cierto- que en la hora de EpC abandona el aula. Pero no hemos recurrido a los tribunales ni pensamos hacerlo.
Los tribunales, efectivamente, están para reclamar el amparo de los derechos y la ejecución de los deberes que tenemos como ciudadanos. Pero esos derechos y deberes CIUDADANOS están fijados por la ley. La que haya en ese momento.
Aún estando de acuerdo en que esta situación tiene amparo legal, el fiar nuestra reivindicación al amparo de un tribunal y de una ley puede conllevar el que mañana esa ley que hoy nos ampara puede ser modificada o derogada y sustituida por otra que haga todo lo contrario y nos obligue a ir a EpC hasta a los padres cuarentones.
Mi reivindicación es de un derecho mucho mayor que los que tengo como ciudadano, y es el de mi derecho como PADRE, lo cual para mí está por encima de cualquier amparo de cualquier tribunal y de cualquier objeción.
Supongo que es un caso más de desobediencia civil o incluso de insumisión que de objeción. Y sinceramente, y reiterando mi respeto y aprecio por todo el movimiento de padres objetores, creo que es hacia el lugar hacia el que habría que girar. Nuestros niños no entrarán, tengan o no amparo, nos de o nos niegue la razón un tribunal, lo diga o lo niegue la ley.
Bajo ningún concepto y bajo el mandato de ningún partido. Sin dar un paso atrás. Pero porque somos PADRES, antes que ciudadanos.
Saludos.
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12 Comments
Muy buen razonamiento. Hay derechos que están por encima de lo que pueda fijar la ley positiva. Al movimiento objetor se le está utilizando como ariete contra zp, y cuando gobierne el PP, los únicos que todavía les dan la palmadita derechoide en la espalda (Benigno los dejó tirados hace tiempo) también pasarán de ellos.
El problema es, como bien dices, seguirles el juego a los que te quitan a tus hijos y admitir que son las leyes que ellos hacen las que fija tus derechos como padre.
Exactamente, Museros: No puedo decirles que no les doy la formación de mis hijos A ELLOS, hasta que ELLOS hagan una ley que me obligue. Es absurdo.
He seguido escribiéndome con el autor del diario, en el enlace que pongo está. Aunque creo que mi segunda intervención todavía no aparece (tiene los comentarios moderados)
Ahora, ¿de que nos quejamos?, de no tener pelotas. ¿Educacion?, esta no es la cuetion. Lo fundamental es el honor, pero que pasa. Es facil hablar cuando no se tienen responsabilidades. Ahora hablo desde el dolor de no haber hecho lo que se debia hacer. En aquellos años en los que no repercutia a nadie, ahora en muy dificil, hay una responsabilidad. !Viva la muerte¡
¿Viva la muerte?
¡Mamonassso! ¡Que no disteis señales de vida cuando mi santa os escribió!
¿que le vas a pedir a tus hijas?, las pelotas que tu no tuvistes, ni yo tampoco.
Les pido que se adapten a la vida en el monte.
Como leí a Ignacio citar de otro blog hace poco, lo que hace falta para salir de esta está claro:
Hará falta huerto, cuñado médico, leña en abundancia,vacas, conejos y un montón de armas.
En el monte hace mas de un año que vivo, huerto tengo,¿medico?, no creo en ellos, leña: las de Hernan Cortes, que le pode los arboles de las irlandesas de Castilleja de la Cuesta y luego las queme; y armas las que quieras…
Nunca hubo una gran revolucion sin una gran musica …Mostremos respeto al enemigo:http://www.youtube.com/watch?v=FAAzN2jncz0
http://www.youtube.com/watch?v=ZpPnFVTb8lE
Para los tiempos sombríos que corren viene bien un proverbio chino: «La mejor manera de evitar que un tigre te devore es montarte sobre él».
Julius Evola tiene varios textos en el que trata el tema de la supervivencia en nuestra decadente sociedad occidental. Hay uno que se llama precisamente «cabalgar el tigre» y su mensaje -a mi entender- viene a ser el siguiente: ante lo imposible de darle un golpe de timón al actual devenir corrosivo de los tiempos, se nos dice en este libro que debemos de concienciarnos de que no nos queda más remedio que el de vivir inmersos en ellos (en estos tiempos), pero sin que nos arrastren por el camino de la disolución, por lo que hemos de intentar vivir en medio de las ruinas, pero permaneciendo en pie, intentando acelerar la descomposición de este gilipollesco mundo moderno para así conseguir que su caída ocurra cuanto antes mejor y para que en esta lucha mantenida para acelerar dicha caída se vaya forjando el hombre que se hallará preparado para tomar las riendas de la reconstrucción de un nuevo Renacimiento.
El problema es muy gordo: cómo acelerar su descomposición y cómo conservarnos puros (a nivel individual) en este mundo donde los valores de la Tradición han desaparecido por la acción de de los «amos de la caverna».
A nivel personal no estoy muy seguro de la opción de acelerar la descomposición del mundo moderno ni de los medios a utilizar.
Condió.
(Hoy he escrito más de la cuenta. Para que no te quejes, Gonzalo)
You’re my hero, Gonzalo.
En vista de que el mamoncete del Embajador se resiste, y a pesar de la distancia, tenemos que empezar a negociar tu y yo una posible alianza matrimonial para la descendencia …
Bueno, pero yo la dote de las niñas la pongo bajita, ¿eh?
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[…] Quien tenga la santa paciencia de seguir esta bitácora desde hace tiempo, sabe cual es mi postura frente a la asignatura. Resumiendo mucho: De mis tres hijos, las dos niñas ya han pasado por el primer curso de adoctrinamiento sin asistir a la asignatura. No he presentado recurso, no he pedido amparo a ningún tribunal porque mi defensa del bien de mis hijos está por encima de lo que disponga una ley. Se ha comunicado a la comisaría política al respecto y punto. No somos familia objetora, sino insumisa, por las razones que llevo exponiendo años y que mantengo. […]
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