Skip to content

Revuelto de setas

Anoche pasé tres horas en la concentración de Sevilla, en la Plaza de la Encarnación (en las disparatadas setas de Monteseirín). Llevaba un par de días queriendo ir y entre unas cosas y otras no había podido. No pretendo profundizar mucho, ni entrar en análisis exhaustivos sobre la de Sol u otros sitios. Sólo exponer someramente lo que allí encontré.

Entre los asistentes, mayoría absoluta de jóvenes (de ventitantos) pero sin faltar gente de todas las edades, padres con niños, matrimonios mayores, señores mayores… ¿La estética? Pues ni más ni menos que la que se ve por la calle habitualmente. Sí, había «pintas» (melenas con perillas, chicas con el pelo naranja y la nariz como el expositor de una ferretería…) pero también señores con corbata, cuarentones como yo con vaqueros y niki, grupos de ventimuchañeros o treintañeros con pantalón chino y camisa de rayas remangadas… Las escalinatas de las setas abarrotadas, justo a sus pies el centro del acto, la calle Imagen llena de gente que llegaba hasta el otro lado de la plaza.

Me metí en medio de la bulla buscando dónde se oyera bien lo que se decía por megafonía. Un par de grandes bafles trasladaban a toda la zona lo que allí se iba diciendo. Era un «turno de palabra» en el que todo el que quería cogía el micrófono y hablaba, y la gente aplaudía, asentía, callaba o pitaba. Entre los muchos que hablaron en ese rato, de todo. Gente a la que se le notaba que no sabían dónde estaban de pie, referencias brumosas a la maldad del capital y los poderosos… pero también referencias a una clase política que sólo se preocupa de agradar al partido para hacer carrera en lugar de preocuparse de los ciudadanos, llamamientos al respeto a los agentes de policía que están allí «porque les mandan y son personas como nosotros»…

Algunos extractos:

Un argentino que llevaba 20 años en España pidió la palabra para pedir que no nos olvidáramos «de dos de los mayores culpables de la situación laboral en España, que llevan décadas aprovechándose de los trabajadores, engañándonos y robando, que son Comisiones Obreras y la UGT, Toxo y Méndez, que roban a los trabajadores y viven del cuento». La plaza ruge aplaudiendo al orador e increpando a los grandes sindicatos.

Otro, un tanto brumoso, empieza a hablar de la verdadera soberanía que está en la calle y en los intereses diarios del pueblo, y se refiere a «cuando un gobernante, aunque diga que es legítimo por las urnas, no atiende a esa verdadera soberanía, se convierte en un tirano. Y a los tiranos se les depone. Hay que deponer al tirano de la Moncloa». La plaza canta «Queremos ver, queremos ver, a Zapatero en la cola del Inem».

Un joven habla de la ilusión que le produce mirar a la gente que hay en la plaza y ver a gente tan distinta. «Aquí hay gente de todos los orígenes y de todas las ideologías. No lo olvidéis, porque eso es lo mejor que tenemos. Es nuestra grandeza. De izquierdas, de derechas, de unos y de otros. No os dejéis engañar y encasillar. La guerra hace muchos años que acabó. No hay que quedarse en las trincheras, sino salir y conquistar el futuro todos juntos».

Otro empieza a hablar y por su tono intuyo que va a ser quien meta la pata. Mucha bruma insustancial y al final dice haber conocido el apoyo que desde Cuba manda «Fidel» y termina con un ¡Viva la República». Y digo que termina porque la plaza le pita y abuchea y le quitan el micrófono al grito de «Sin banderas, sin banderas». Una vez vista la reacción, recoge sus bártulos y se marcha tranquilamente.

¿Es esto una manipulación de Rubalcaba? ¿Seguro? Yo creo que Alfredo cuidaría más los detalles.

Se corta la megafonía. Pasan treinta segundos y vuelve. Explican: La luz la cogen de un comercio que se lo permite pero a esa hora tienen que cerrar y entonces enchufan el cable en casa de un vecino. Del punto de información empiezan a pasar bricks de agua para los asistentes, que van de mano a mano para quien los quiera. Unos minutos después suenan los altavoces: «Hola, soy fulanito (no recuerdo el nombre), del comité de limpieza. Por favor, igual que hemos pasado el agua p’atrás, por favor, id pasándolos vacíos p’alante y así es más sencillo recoger, que esto se tiene que quedar limpio».

Se termina el turno «libre» de palabra y se pregunta a los asistentes si se acampa esa noche y si se siguen convocando concentraciones sábado y domingo. Se cede primero la palabra a los del «comité jurídico», que exponen lo que dice la ley, las posibles consecuencias, las notas que salen del Ministerio del Interior, lo que se ha acordado en Sol… Y se cede la palabra a quien quiera intervenir, para tratar este asunto. Todos los que hablan animan a seguir. Se vota. ¿A favor de quedarnos el fin de semana? Levantamos las manos casi todos. ¿Votos en contra? Un joven levanta la mano. Es el único. Un par de jóvenes le protestan y el que tiene el micro pide silencio y respeto y le ofrece la palabra. El joven dice que por estrategia no se quedaría,que lo importante es seguir el lunes, el martes, el miércoles… La plaza corea «esto empieza el lunes, esto empieza el lunes», se avisa que esto no es por las elecciones, que hay que demostrar la voluntad de cambio real después del domingo… y se insiste en que el fin de semana se sigue ah, aunque retirando toda pancarta que cite a algún partido o hable del voto y haciendo una nueva y grande que ponga «estamos reflexionando».

Decido irme a la parte alta de la plaza, en donde se instala el campamento y «reside» la organización. Paseo por ella mientras hablo con mi mujer y le voy contando lo que veo. Un chaval que no llegará a los dieciocho con vaqueros de marca y un niki con una visible bandera de España charla con una chica de su edad y similar estética. A su lado una joven de pelo de colores y flequillo a hachazos comparte un pitillo (de tabaco) con un barbudo tatuado y agujereado. En la parte alta de las escaleras, gente y más gente de toda clase y condición.

En las mesas de la organización dónde se recogen firmas de apoyo al manifiesto la gente te atiende con toda amabilidad. Hay unas urnas de cartón para que cada cual deposite allí su propuesta. Una para propuestas de participación pública, otra para propuestas de política de empleo… cinco o seis en las que se avisa que toda propuesta recibida será «tuiteada«. Es gente joven. Hay rastas, hay pendientes. Hay trabajo, amabilidad y ayuda a quien demanda cualquier cosa. Alrededor de una de las bases de las setas están distribuidos los comités. Un hombre de edad indeterminada pasa por allí. Rastas, barba, pantalones de cuadros colgones. La ropa está sucia. Lleva una pegatina en el pecho: «Pako. Limpieza». En una mano una escoba y en otra un recogedor, va por toda la plaza barriendo y recogiendo el mínimo papel o colilla. Hay unos columpios en la plaza. En el castillete del que sale el tobogán hay una cartulina grande en la que se pide «Por favor, no fumar cerca del parque infantil». Un grupo de jóvenes saca de una bolsa varias botellas y se las reparten, bebiendo con ganas. Es agua mineral.

Hay quien dice que eso es una comuna jipi, un ensayo de comunismo -yo corrijo y digo anarquismo- asambleario. Quizá. Pero yo por lo menos me encuentro a gusto. Esto es lo que hay aquí. O lo que había el viernes por lo menos. Y no me lo ha contado nadie. Lo he visto.

Hoy no he podido volver. Quizá mañana tampoco. Y bien que lo siento. El lunes hay que volver. Y mantenerlo.

Hay mucha gente distinta, muchas ideas distintas, muchas visiones distintas. No es nuestra revolución. Tampoco será la suya. Quizá al menos pueda ser la que tumbe a la de los grandes partidos. No lo sería todo. Pero no sería poco.

7 Comments

  1. Orisson wrote:

    Plas, plas, plas. Déjame que te corrija en un detalle: SÍ es nuestra revolución, la suya y la nuestra, y no es copia de ninguna pasada (o por pasar). Gracias, Gonzalo, por contarlo. ¡Sigue!

    Un saludo

    domingo, mayo 22, 2011 at 0:17 | Permalink
  2. Kikas wrote:

    ¡serás rojo!
    (Y yo pelín provocador)
    😉

    domingo, mayo 22, 2011 at 2:05 | Permalink
  3. Gonzalo wrote:

    Ahora que no nos oye nadie, a mí en el trabajo me llaman «el anarquista».

    😛

    domingo, mayo 22, 2011 at 2:25 | Permalink
  4. Kikas wrote:

    Mi heroe, jejeje
    A mi me llamaban comunista con 12 años, jejeje
    Ya evolucioné, veo que tú no
    😉

    domingo, mayo 22, 2011 at 9:45 | Permalink
  5. Pcbcarp wrote:

    Hola, Gonzalo. Te he encontrado a través del Embajador en el Infierno, que recomienda este blog para ver qué pasa en sol (También el mío, por que el Embajador es muy amable).

    Lo que está pasando es muy grande. Pero estoy muy, muy preocupado al ver el sesgo que toman las comisiones y asambleas. No ya porque se están recogiendo propuestas a mi juicio innecesarias porque no se refieren a los graves problemas imediatos y que, además, no son propuestas en las que cualquiera que esté harto y a favor de las concentraciones pueda reconocerse, sino porque se están yendo por los cerros de Úbeda (ayer en la comisión de Política se discutía sobre abrir un proceso constituyente) y, pidiendo imposibles en lugar de propuestas concretas con las que toda persona decente esté de acuerdo y apoye, la cosa va directa a la disolución.

    Un saludo. Seguiré viniendo por aquí.

    domingo, mayo 22, 2011 at 12:27 | Permalink
  6. Pcbcarp wrote:

    Te linko a mi blog (la barra virtual)

    domingo, mayo 22, 2011 at 12:54 | Permalink
  7. Gonzalo wrote:

    Hola pcbcarp, me alegra leerte por aquí.

    Es cierto lo que dices de las asambleas. Ahora bien, eso es así por la propia dinámica de las concentraciones.

    Cualquier cosa que se quiera proponer, se propone y se vota, independientemente de lo aprobado anterior o posteriormente. Esto hace que hoy se pidan cambios en la constitución y mañana un nuevo referéndum de la CE78, y pasado el proceso constituyente. Cosas que se deberían anular entre sí.

    Esto, independientemente del sesgo político que tomen esas propuestas, tiene un peligro mayor y es la disolución de la primera iniciativa del movimiento.

    Todos estamos de acuerdo en los puntos iniciales, la reforma electoral, la transparencia de los partidos, la persecución de los corruptos, etc. Si se siguen metiendo propuestas tan generales como se le vaya ocurriendo a la gente, entraremos en asuntos concretos que nos vayan distanciando y enfrentando. Y ahí se acabará el movimiento, o quedará reducido a un sector concreto.

    Habría que hacer una prueba del algodón, que es tan simple como participar en las asambleas y exponerlo tal cual: Hay que fijar los puntos iniciales que nos han traído aquí a todos sin distinguir ideologías, clases ni creencias. Y convertirlos en la reivindicación a los políticos. Habrá que pulirlos, ponerlos en claro, en bonito, redactarlos con cuidado. Pero no ampliarlos más allá de lo necesario, porque quien mucho abarca poco aprieta. Y además porque no hay posibilidad ninguna de éxito si las peticiones al Estado consisten en 2.500 folios de leyes contradictorias.

    En fin… veremos a partir de mañana.

    domingo, mayo 22, 2011 at 18:08 | Permalink

2 Trackbacks/Pingbacks

  1. Bitacoras.com on sábado, mayo 21, 2011 at 21:34

    Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: Anoche pasé tres horas en la concentración de Sevilla, en la Plaza de la Encarnación (en las disparatadas setas de Monteseirín). Llevaba un par de días queriendo ir y entre unas cosas y otras no había podido. No pretendo …

  2. Vamos tirando › 15-M: Sigamos on domingo, mayo 22, 2011 at 18:35

    […] añadir lo que le comentaba a Pcbcarp en la entrada anterior (aquí): Es cierto que la deriva de las asambleas, aprobando según qué propuestas puede desnaturalizar […]

Post a Comment

Your email is never published nor shared. Required fields are marked *
*
*