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Izaskun Buelta

Gracias, Izaskun. Si no fuera por ti, al terminar el programa en el que interviniste, yo habría escrito un comentario como tantos otros en tantos miles de bitácoras sobre la intervención del presidente, perdiéndome en las críticas típicas sobre sus evasivas o su negación de la evidencia. Pero no puedo. Después de verte, no puedo.

Y son muchos los que dejaron de hacer esos artículos para escribir sobre ti y sobre tu petición de que se respeten los cupos legales de empleados minusválidos en las empresas. Pero casi todos se han quedado ahí. En la razón que tienes en esa petición, que es mucha aunque yo la encuentro matizable. Matizable porque tú y muchos jóvenes en tus mismas circunstancias deberíais estar ocupando puestos de trabajo que no os dan, pero deberíais estar ocupándolos por méritos propios, no por cupos legales. Me consta que sois plenamente capaces de hacerlo, y aplaudo tu reivindicación y lo que ella empuje para paliar esa injusticia.

Pero quedarse ahí es no llegar al fondo, Izaskun.

El presidente te dijo que sería un honor que tú trabajases en la Administración. Bien, no podemos saber cuánto hay de sinceridad y cuanto de pose en esas palabras. Ni puñetera falta que hace. Porque tienen una respuesta inmediata, Izaskun, que no debes perder de vista. Para muchos lo que es no ya un deshonor, sino un espantoso crimen, es que ese presidente y la absoluta totalidad de los dirigentes políticos del gobierno y de la oposición parlamentaria posen queriendo salir contigo en la foto y diciendo que hay que darte trabajo cuando todos, insisto, uno detrás de otro, secundan el hecho de que tu vida, Izaskun, tu propia vida y la de todos los que están en tus circunstancias, quede en manos de la voluntad de terceros y podáis ser exterminados de manera totalmente legal en los primeros meses de vuestra vida. Secundan que os den trabajo, sí, pero sólo si antes no os pueden abrasar, descuartizar o asfixiar.

Quiero que tengáis derecho al trabajo, Izaskun. Y no por pose. Sino porque creo que sois tan dignos o más que cualquier otra persona. Para trabajar. Y sobre todo, para vivir.

Que Dios os bendiga. A ti y a tu familia.

One Comment

  1. jaime salado wrote:

    Hacía tiempo que no leía algo tan coherente y tan emotivo.
    Felicidades y un abrazo

    miércoles, enero 28, 2009 at 19:19 | Permalink

One Trackback/Pingback

  1. Vamos tirando › Álvaro del Bosque on miércoles, julio 14, 2010 at 13:21

    […] de valor, y mirando la abierta sonrisa y el orgullo filial de Álvaro, o los ojos y la esperanza de Izaskun, o los juegos y la alegría de Raulito, y les digan a la cara, a ellos y a sus padres, familiares, […]

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