Me piden una aproximación al asunto de la educación en casa para un determinado fin (que ya contaré… o no). Soy tan fiel defensor de esa opción como asustadizo cobarde que no se ha atrevido a desarrollarla en casa. Pero creo que no hay absolutamente el más mínimo asomo de libertad de enseñanza allí donde no se acepte, regule e incluso proteja esta modalidad. Y ningún partido de los cómplices del régimen lo permitirá en tanto en cuanto su afán con respecto a la enseñanza no es sino controlarla para seguir surtiendo de borregos a su corral, cosa que se pondría en peligro en caso de no poder programar al rebaño desde su más tierna infancia, como hace ahora.
Dejo a continuación mi introducción al tema, aviso que muy superficial:
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La educación en casa, más conocida por su denominación en inglés Homeschooling (home – hogar; schooling – escolarizar) consiste sencillamente en escolarizar al niño en su propia casa, impartiéndole los contenidos propios de la educación que necesita sin asistencia a escuelas regladas como tales.
Esta opción es defendida por determinadas comunidades muy distintas entre sí. Desde familias con una visión medio ácrata medio hippie que sólo pretende instruir a sus hijos en modos de vida «alternativos» hasta comunidades católicas que buscan ofrecer una formación íntegra a sus hijos, no contaminada por las imposiciones legales.
En los EE.UU. de América es una opción plenamente reconocida y reglada, sin que haya ningún problema para las familias que la eligen. Incluso hay centros que ofrecen estar matriculados en ellos en régimen de homeschooling, ofreciendo ellos temario, material y evaluaciones, así como título final del nivel estudiado. Uno de ellos, la Kolbe Academy Home School (http://www.kolbe.org/), escuela católica, está siendo utilizada como apoyo por familias Españolas, debido a la situación que veremos a continuación.
En España esta opción es más alegal que ilegal. No está reglada ni reconocida, pero al depender los asuntos de Educación de las CC.AA., podemos encontrarnos distintos tratamientos dependiendo de la región en que nos encontremos.
Los poderes públicos suelen ser bastante contrarios a este tipo de educación, y el argumento legal que suelen esgrimir es el de abandono escolar del menor aludiendo a que la ley dice que la escolarización es obligatoria.
Ahora bien, esa ley no habla de cómo deba producirse esa escolarización, y en la mayoría de las ocasiones los Tribunales de Justicia han acabado dando la razón a la familia siempre y cuando hayan podido comprobar que el menor estaba instruido y dedicaba tiempo al aprendizaje. Pero la expresión «han acabado dando» es literal: Los casos han llegado hasta el supremo y con mucha, mucha presión a las familias y con riesgos ciertos de intervención de custodia, etc.
Una manera de paliar estos problemas puede ser la matriculación de los niños en centros extranjeros reconocidos. En este sentido, como comentábamos antes, una opción es el centro católico Kolbe Academy, en California. En el siguiente enlace se muestran indicaciones al respecto: http://homeschoolingcatolicohispano.blogspot.com.es/2011/01/informacion-practica-las-familias-sobre.html.
En otros países de Europa, se han dado casos de presiones a las familias e incluso de secuestros de niños por parte del Estado.
En una defensa completa de la libertad de los padres a elegir la educación de sus hijos, entendemos que ésta opción debe estar no solo reconocida sino protegida y amparada por la ley educativa, poniendo a disposición de los padres que libremente la elijan material formativo y de evaluación.
La defensa de la educación en casa puede tener distintos motivos entre los que no faltan los morales, culturales, etc. Pero también los tiene, y muchos, desde un puro sentido pedagógico, pues pretende solventar el verdadero problema del sistema educativo reglado, que no es otro que el que parece evidente que los alumnos, en un amplísimo porcentaje, no aprenden las materias estudiadas de manera completa, asimilando esos conocimientos, sino que simplemente memorizan una serie de datos que le son completamente indiferentes para volcarlos en los sucesivos exámenes, olvidando prácticamente toda la materia al finalizar el curso. Con la educación en casa o en muy pequeños grupos, se busca despertar en el alumno el interés por el tema concreto, ofreciendo la información que rodea al mismo una vez despertado ese interés.
Existen dos críticas habituales a este sistema, que trataremos de contestar a continuación.
La primera es la que acusa a esta práctica de esconder casos de falta de educación real a los niños, e incluso de una treta para, no teniendo el control de los colegios, poder dedicar al niño a la explotación laboral o a otras dedicaciones. Siendo evidente que puede haber personas que hagan tales cosas, entendemos que una solución fácil, cómoda y económica es que, en los sistemas de evaluación externa previstos por la nueva ley educativa podrían definirse controles a los niños educados en este régimen, sobre conocimientos y competencias mínimas establecidas por la autoridad (y comunes a los alumnos en casa y a los de centros reglados) según el nivel escolar. En caso de descubrirse deficiencias en este sentido, se podría proceder en esos casos concretos obligando a la escolarización en centro reglado. En países donde se hace esto, los resultados suelen ser bastante favorables a los alumnos educados en casa.
La segunda es la de la falta de socialización del niño, que necesita jugar con otros niños. Esto podría tener relativa razón en niños muy pequeños, de educación infantil, que dedican gran parte de la jornada escolar a jugar en el patio con sus compañeros. Pero también es cierto que esos niños son los que después del cole pueden ir a un parque a jugar con otros niños, con vecinos, con primos. Por tanto, pueden mantener esas opciones sociales. Sin embargo, en niños mayores, la realidad acaba siendo que lo que comparten en un espacio durante las horas de trabajo y apenas media hora de esparcimiento en el centro. Estos niños, en el caso de educarse en casa, pueden tener ese esparcimiento en otras actividades (deportivas, extraescolares, culturales, asociativas…) donde además convivirán con otros niños con sus mismos gustos y aficiones. Además, las familias que optan por la educación en casa suelen tener contacto entre ellas, o pertenecer a colectivos con inquietudes similares y no sólo tienen contacto entre ellas sino que suelen organizar actividades en grupo. Para profundizar en este aspecto aquí: http://homeschoolingspain.blogspot.com.es/2011/12/mejor-socializacion-de-los-alumnos.html y aquí: http://terapiaonline.co/2010/07/21/el-mito-de-la-falta-de-socializacion-en-el-homeschooling/
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Enlaces sobre el tema:
Artículo en ABC (octubre 2013)
Blog «Homeschoolling católico en España»
Blog «Familia católica homeschooller», de México
Libro «Educarse en familia»