Tanto el año pasado como el anterior, por estas fechas dediqué una entrada a pedir que se marque la casilla de la Iglesia Católica en la declaración de la Renta. Este año se me ha pasado.
Lo siento, y remito a todos a las entradas pasadas, pues siguen siendo igual de vigentes. Ahora bien, me parece interesante contar aquí algo que otros años no traté, por si entre todos consiguen que yo me aclare.
Como todos saben, además de la casilla de la Iglesia para destinar un 0,7% de nuestra aportación a financiación de la Iglesia Católica en España, la cual ofrece en sus datos públicos explicaciones sobre el destino de esos dineros, existe otra casilla denominada genéricamente «fines sociales», que se nos anima a marcar desde tribunas públicas y privadas. Incluso de Cáritas recibo una carta hace pocas semanas en la que se me recomienda marcarla.
Y miren que lo siento, viniendo esa y otras peticiones de quienes vienen… pero no. Un año más he vuelto a marcar la X de la Iglesia Católica y he vuelto a dejar en blanco la otra. Y es que, por más que los mismos que acusan a la Iglesia de oscurantismo en sus cuentas me digan que es mucho el bien que se hace con la aportación a fines sociales, no encuentro en ningún sitio un desglose de las organizaciones y proyectos que serían destinatarias de esa aportación. Sí sé, porque me lo dice la propia organización, que Cáritas recibe fondos de esa partida. Pero poco más.
Dice la ley que lo recaudado en ese concepto se utilizará en «subvencionar actividades de interés social, en la forma que reglamentariamente se establezca», pero nada de qué actividades son esas o cómo se establece su «interés social». Sí marca un mínimo que, si no se alcanza por las aportaciones voluntarias, será cubierto por el Estado.
Hace un puñado de años, cuando empecé a presentar la declaración y me encontraba ante esa casilla, dirigí consultas en ese sentido desde el Ministerio de Hacienda o el de Asuntos Sociales hasta al arzobispado de Sevilla. Nadie me contestó. Jamás. Por aburrimiento dejé de buscar, hasta hoy que vuelvo a acordarme.
El caso es que por más que busco, a lo más que llego es a páginas de plataformas de ONGs que piden la marca de la casilla como Plataforma de ONG de Acción Social o una que no sé si tiene algún grado de «oficialidad» llamada X Solidaria o Marca Fines Sociales, que a la pregunta de «¿A qué se destina el dinero que se asigna al marcar la casilla de ‘Fines Sociales’?» contestan con un genérico:
A financiar proyectos sociales para colectivos desfavorecidos: mayores, personas con discapacidad, mujeres, infancia…
Indicando después la distribución de la administración de los Fondos:
Del dinero recaudado a través de esta vía, el 78% lo distribuye la Administración central del Estado entre las entidades de carácter social y se materializa en el objetivo de atender a los sectores más desfavorecidos de la sociedad. El reparto se realiza mediante la convocatoria de subvenciones con cargo a la asignación tributaria del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Los destinatarios finales de estos fondos son aquellos grupos afectados por carencias sociales, culturales y económicas.
El objetivo de estas subvenciones es cofinanciar programas o proyectos concretos de las ONG, no sus estructuras o funcionamiento.
El 19% lo distribuye el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional, cuyo destino va dirigido a proyectos de cooperación en países en desarrollo.
El 3% lo distribuye el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino mediante proyectos que promueven el desarrollo sostenible del medio rural.
Sin más. Busco en esas webs, y entre lo poco que encuentro, sí me topo con que una ONG financiada con esa partida es la Federación de Mujeres Progresistas (¿?).
Sinceramente, no me cabe ninguna duda de que habrá muchas, muchísimas actividades muy importantes y muy loables que se financien con esa partida. Pero conociendo el paño, creo que es mejor recomendar la colaboración directa con aquellas organizaciones que conozcamos y en las que confiemos, y yo personalmente, mientras no se me informe detalladamente, no estoy dispuesto a poner un duro.
Estando una asociación de Mujeres Progresistas (¿las no progresistas no tendrán derecho a financiación?) o el extinto Ministerio -hoy Secretaría de Estado- de Igualdad de por medio, mucho me temo que algunas de esos fines sociales pudieran traducirse en que sectarias feministas expliquen a mis hijas su supuesto derecho a la salud sexual y reproductiva, o que asociaciones de locas monfloritas inviten a mi hijo a descubrir su sexualidad infantil en compañía de drag queens.
No estoy diciéndole, como nunca lo hago, a nadie lo que debe hacer. Estoy reflejando en este cuadernillo ideas e inquietudes que me surgen. Nada me hará más feliz que encontrarme en un comentario un enlace donde consultar el detalle que busco y demostrarme que estoy errado, de momento sin h, y que a partir de la próxima marque con pasión las dos equis disponibles.
Pero de momento, estas son mis inquietudes y dudas y así se las he contado.